La seguridad en el turismo se convirtió ayer en la matriz con la que todos los ponentes han articulado sus discursos en el III Consejo de Seguridad y Turismo celebrado en El Paso. El objetivo principal ha sido el de ampliar las miras con respecto a qué debe hacer La Palma para intentar convertir una catástrofe natural y humana, como la que tuvo lugar con la erupción y sus posteriores consecuencias, en una oportunidad que favorezca la recuperación social y económica de la isla.
El alcalde, Sergio Rodríguez, agradeció al “brillante elenco de ponentes” que se congregó en la localidad palmera, “porque si de algo tenemos necesidad en esta isla es de expertos como los que están aquí, que nos alumbren para facilitar la recuperación”.
El director del Departamento de Seguridad Nacional de Presidencia del Gobierno, Miguel Ángel Ballesteros, ha sido el primero en subir al escenario del auditorio de la Casa de la Cultura y ha centrado su ponencia en la importancia de la seguridad haciendo énfasis en que “esta es la segunda necesidad del ser humano detrás de algo tan básico como la comida, la bebida y el abrigo, de ahí que sea conveniente transmitir que venir a La Palma es seguro”.
Nemesio Pérez, científico de Involcan, hizo hincapié en los datos sobre emisiones de dióxido de azufre, colocando al volcán de Cumbre Vieja en el más importante en este aspecto de los últimos 75 años en Europa. Además, ha asegurado que el riesgo volcánico en Canarias será mayor en 50 años porque el desarrollo socioeconómico será mayor, de ahí que sea vital tener un plan estratégico para hacer frente a erupciones futuras. Establecer un mapa de riesgo volcánico, lanzar un programa de vigilancia volcánica multidisciplinar y realizar un plan de emergencia son “los tres pilares fundamentales en los que debemos centrarnos ahora para que la población esté informada y aprenda a convivir con el territorio”, ha comentado el científico.
Salud mental
La salud mental también ha sido protagonista. El doctor José Miguel Gaona expuso un estudio en el que se está trabajando con 413 personas afectadas por el volcán, analizando cómo ha afectado y con el objetivo de estar mejor preparados para actuar con más eficiencia en el futuro ante catástrofes similares. De acuerdo con el estudio, las personas que han sufrido directamente la erupción volcánica fuman más que antes, beben más que antes, el estado de ánimo se ha deteriorado, uno de cada tres está más irritable y también ha afectado al sueño.
Iñaki Garmendia ha subrayado que es vital escuchar y atender a lo que los turistas demandan. “Los turistas, preguntando, nos van a dar pistas sobre lo que ellos demandan, han elegido nuestro destino entre un sinfín de ofertas, es conveniente por ello agradecerle su presencia e intentar acercarse a lo que piden”. Los turistas, ha afirmado, se convierten en un “activo anticrisis”.
El Congreso también ha querido dar protagonismo a la ciberseguridad con el experto en la materia, Óscar García Rama. “La ciberseguridad tiene que ver no solo con turismo sino con el día a día”, y alentó a los presentes a ampliar los conocimientos en este aspecto.
Fernando Cocho, por su parte, centró su presentación en el uso de la inteligencia. Cocho ha puesto en valor la creatividad, el capital humano, tecnológico y el capital social. “Hay que ver al mundo de forma diferente y utilizar acciones diferentes porque ahora no vale lo que se ha hecho anteriormente”, comentó durante su intervención.
Inna Kovalska, CEO en HSI Intelligence, cerró el ciclo con una conferencia sobre emergencia y mujeres. En ese contexto, comentó que las mujeres tienen mayor capacidad de empatía que el hombre, así como de apoyo a los más vulnerables y Jorge Gómez, ex agente del CNI, ha querido destacar la importancia de tener planes de prevención y gestión de crisis así como planes de reconstrucción “procurando atender a las víctimas y que su sufrimiento sea el menor posible”.