La historia de una vaca multada por mugir demasiado alto se ha viralizado en las últimas horas. Un vecino de una explotación ganadera advirtió al Ayuntamiento de Siero que los mugidos de una vaca le molestaban, llegando luego a denunciar la situación. Una multa de 300 euros trató de zanjar el asunto, pero la realidad es que Carmina emitía esos sonidos con tanta fuerza por haber sido separada de su madre.
Es cierto que Carmina llevaba “meses” generando mucho ruido, como insistió el denunciante. Cuando fueron a comprobar si esto era real fue confirmado: sus mugidos alcanzaban los 74 decibelios cuando la ley establece un tope de 55. Debido a esta situación, al dueño de Carmina le impusieron una multa de 300 euros.
Los dueños de la vaca están enfadados, al menos así lo han indicado a varios medios de comunicación locales. Carmina, aquí está la triste explicación a su actitud, había sido separada de su madre, pues fue sacrificada, por lo que sus tristeza se transformó en esos mugidos, muy altos para el vecino.
“Carmina tuvo que dejar de mamar de forma drástica“, por eso su reacción fue así, algo que duró “solo unos días” según los propietarios: “Nos quedamos completamente sorprendidos, no sabíamos nada de todo esto y podemos justificarlo, aunque suene ridículo justificar los mugidos de una vaca”.
A los dueños de Carmina les han dado un plazo, dentro de unos días volverán con un medidor: si sus mugidos siguen siendo tan altos volverán a multar a la explotación.
