Seguramente todos recuerdan cuando, en pleno confinamiento por la COVID, el crucero AidaNova, atracado en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, se iluminó la noche del 26 de marzo de 2020, durante media hora, para proyectar un mensaje de ánimo a la población tanto hacia el lado de tierra como hacia el mar.
El buque, atracado en el Muelle de Ribera de la Dársena de Anaga, en la alineación correspondiente a la Terminal de Cruceros de Tenerife, concesionaria de Carnival Cruises, protagoniza todos los miércoles una imagen espectacular en la ciudad, que ya hoy es una estampa habitual.
Dos años después, tras dejar aparcada la pandemia, el capitán de este megacrucero, Marc Dominique Tidow, ha querido agradecer a toda la ciudad de Santa Cruz la “calidez” con la que fue tratado y los mensajes de ánimo constantes a la tripulación que se encontraba durante el confinamiento en el buque. “Ha sido una de las mayores sensaciones que he vivido”, aseguró ayer durante una visita organizada al barco. “En los momentos más duros, la ciudad estaba ahí. Desde los balcones de los edificios (situados en la Avenida de Anaga) nos saludaban y nos lanzaban mensajes. Sentimos que estábamos interconectados”, dijo.
Pasados estos momentos duros, el AidaNova ha vuelto con su rutina y sigue teniendo al Archipiélago como uno de los mejores destinos. Se trata de un megabuque de 337 metros de eslora y 42 de manga, con un registro bruto superior de 183.200 toneladas. Además, su apuesta por la sostenibilidad es clara ya que es propulsado con Gas Natural Licuado. El recorrido semanal que realiza lo lleva desde Funchal (Madeira) a las Islas, pasando por Puerto del Rosario (Fuerteventura), Arrecife (Lanzarote), Las Palmas (Gran Canaria) y Santa Cruz de Tenerife.
El AidaNova desplaza mayoritariamente a turistas alemanes. De hecho, casi el 99% de sus pasajeros son de esta nacionalidad. En 20 cubiertas alberga un casino absolutamente digitalizado, 17 restaurantes que ofrecen todo tipo de comidas, desde americanas y alemanas, hasta argentinas, francesas, japonesas y de pescado. Dispone del mayor teatro a bordo con capacidad para 1.800 pasajeros y tres plantas de tiendas como si de un centro comercial se tratara. Transporta 5.200 pasajeros repartidos en 2.600 camarotes de 19 tipos, según la categoría elegida, que serán atendidos por una tripulación de 1.650 personas. También pueden disfrutar de un enorme gimnasio con vistas al mar, minigolf y spa, además de lujosos salones donde leer o disfrutar de buena música en vivo. Una de las novedades es que en el buque se fabrica una cerveza alemana con agua salada. Para los más pequeños hay juegos y diversión, y un rocódromo.
El capitán destacó el enorme impacto que el buque tiene en España. Atraca en 513 puertos. Transporta 1,7 millones de pasajeros y genera más de 2.400 empleos. El capitán calcula que el impacto económico es de 405 millones de euros.
Uno de los aspectos más importantes y por los que la compañía ha apostado por Canarias se debe a los índices de satisfacción. “El interés por este destino es claro, porque en todas las Islas que visitamos más del 60% de los pasajeros optan por bajar del barco, bien para visitar la ciudad por su cuenta o para ir a alguna excursión, pero la decisión es bajar del barco. Esto demuestra que los turistas se interesan por el destino”, insistió.
Tidow también destacó la apuesta por la sostenibilidad del buque. De hecho, es el primer buque propulsado con Gas Natural Licuado, lo que reduce las emisiones. Todas las tecnologías utilizadas a bordo son eficientes. Además, tiene proyectos de prueba para el sistema de almacenamiento de baterías y el uso de celdas de biocombustible.
Pero, asimismo, toda la comunidad bajo el paraguas del AidaCruisses & Help ayuda a los niños necesitados con más de 37 proyectos, entre ellos escuelas.
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