La patrulla del SEPRONA de Vecindario, en Gran Canaria, ha investigado en octubre a dos personas, una por delito de maltrato animal y abandono de cuatro perros, mientras que la otra por delito de omisión y falsedad documental al aportar informes facultativos que no se correspondía con la realidad del estado del animal en Mogán.
La investigación de estas dos personas es la consecuencia de los hechos comprobados por el SEPRONA después de que ciudadanos y una protectora aportaran un vídeo donde se apreciaba al titular de los canes golpeando de forma agresiva y reiterada a uno de ellos, no teniendo el perro escapatoria para huir, ya que el mismo estaba atado con una cadena de poca distancia para reducir el movimiento, según ha informado la Guardia Civil en nota de prensa.
Posteriormente, agentes del SEPRONA se dirigieron hasta el lugar donde se produjeron los hechos para corroborar que los canes estaban en la ubicación aportada y rescatarlos.
Una vez en el domicilio, los agentes identificaron a los cuatro perros, con su cartilla y microchip, siendo tres de ellos mestizos y uno podenco. Los canes estaban atados con una cadena de no más de dos metros de longitud, carecían de un techo donde resguardarse de las inclemencias meteorológicas y de comida, a lo que se unía que “no” había limpieza donde estaban atados porque el suelo estaba lleno de excrementos.
Ante esta situación, se dio aviso a los servicios municipales para que los de recogidas de animales se hicieran cargo de los perros, así como de sus respectivas cartillas, levantando acta de ello y solicitando el informe correspondiente para valorar el estado de los mismos, así como del perro que recibió la paliza.
El propietario de los animales, por su parte, aprovechó la situación y manifestó su deseo de deshacerse de tres de los perros a quien quisiera quedárselos, por lo que la protectora que fue parte de la colaboración se ofreció a rescatarlos y así poder darlos en adopción.
De todos modos, los agentes solicitaron otro informe para corroborar el estado de los canes porque la empresa que colabora con el municipio no los aportó hasta que ya los canes estaban en posesión de la protectora.
La veterinaria que colaboró con la empresa de recogida de animales del municipio aportó el informe de los perros asegurando que ninguno de ellos presentaba enfermedades infecto-contagiosas, que todos estaban bien hidratados y sin parásitos externos, constando que su estado corporal era “bastante bueno”.
Sin embargo, la Guardia Civil este informe era totalmente contradictorio al de la veterinaria de la protectora que finalmente recogió a los animales y cuyos documentos recogían que el estado higiénico en el que se encontraban los canes era deplorable, con heridas sin tratar, dolor en extremidades e incluso sin poder apoyar y gran parasitación externa por pulgas y garrapatas.
Por este motivo, se procedió a la investigación de dos personas, al titular de los canes y a la veterinaria que colabora con la empresa municipal como presuntos autores de un delito maltrato animal y delito de omisión y falsedad documental, respectivamente.
Las diligencias han sido puestas a disposición del Juzgado de Guardia de San Bartolomé de Tirajana, así como de la Fiscalía Provincial de Medio Ambiente de Las Palmas.