Manolo Blahnik, uno de los palmeros más universales, cumple hoy 80 años. El zapatero más célebre del mundo es canario.
Natural de la isla de La Palma, de padre checo y madre isleña, Manolo Blahnik, Premio Taburiente de DIARIO DE AVISOS, es un diseñador de calzado que traspasa los límites de su oficio artesano y lo transforma en una manifestación artística, a la altura de un creador plástico o un escultor. Este premio reconoce sus múltiples razones para gozar del respeto y la admiración de sus paisanos y del mundo entero.
Las piezas de Blahnik llevan genéricamente su nombre, los Manolos, una marca afianzada en un mundo global, admirada en distintos continentes. Estrellas del cine y el espectáculo y miembros de la nobleza y la aristocracia son clientes de este creador de zapatos consagrados como iconos en las principales pasarelas. Blahnik es un constante innovador en el mundo del calzado, autor de más de 25.000 pares distintos de zapatos, auténticas obras de arte. “Sus zapatos son mejores que el sexo”, ha dicho Madonna.
La vida de este diseñador nace en el corazón de las plataneras familiares de su isla y se desarrolla en capitales como Londres, donde en 1973 abrió su primera tienda. Dos años antes, le cambió la vida el encuentro con Diana Vreeland, editora de Vogue USA, que le presentó su amiga Paloma Picasso. La dama con más influencia mediática en la moda le aconsejó que se dedicara a diseñar zapatos cuando vio sus dibujos. Blahnik era fotógrafo en el Sunday Times. Y le hizo caso. Hasta hoy.
En los últimos cuatro decenios ha labrado una industria de éxito bajo la marca de su nombre, que le ha granjeado un prestigio internacional de excelencia y singularidad. En los Estados Unidos, aludir a los Manolos es invocar los sublime, lo valioso e irrepetible. En Sexo en Nueva York, Carrie Bradshaw, el personaje que interpreta Sarah Jessica Parker, se resiste ante un ladrón a desprenderse de sus Manolos, como su pertenencia más valiosa. Lady Gaga declara en una canción su amor a los Manolos.
En Cincuenta sombras de Grey, la protagonista calza zapatos de fiesta obra de Manolo Blahnik. Premio Nacional de Diseño de Moda en 2012, Manolo Blahnik no ha visto correspondida su labor en su propio país como merece, y hasta esa fecha reciente apenas había sido reconocido en España, pese a la proyección excepcional de su trabajo, que sí le deparó distinciones como el título honorario de la Orden del Imperio Británico, por su contribución a la industria de la moda en Reino Unido.