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Jesús Martín, el neurocirujano palmero que ha dirigido la Sinfónica de Budapest

El médico, natural de Santa Cruz de La Palma, se puso detrás del atril para que el prestigioso conjunto húngaro interpretara una banda sonora compuesta por él
neurocirujano palmero
Jesús Martín, durante la primera grabación de la banda sonora con la Budapest Filmscoring Orchestra | DA

Timaginas, la conocida compañía teatral tinerfeña, se puso en contacto hace un año con el neurocirujano palmero Jesús Martín Fernández. No buscaban una operación, tampoco un medicamento. Conocían sus dotes musicales y le encargaron componer una banda sonora original (BSO) para su próxima obra, Magallanes El Cano. La primera vuelta al mundo. El concepto era, según cuenta el médico a DIARIO DE AVISOS, tener temas propios para aderezar las interpretaciones, al más puro estilo del cine.

Así, Martín, natural de la capital de la Isla Bonita, se puso en marcha. Durante varios meses, se dedicó en cuerpo y alma a hacer encajar todas las piezas, los sonidos, los movimientos…hasta que nació la ansiada creación. Un trabajo que acompañó al elenco de actores participantes a lo largo de varias citas en distintos teatros del país, como el Arlequín de Madrid o el de San Sebastián (Euskadi). Sin embargo, al compositor le quedaba una espinita clavada: las pistas que se reproducían eran sintéticas.

Entonces el santacrucero decidió buscar una orquesta que pudiera hacerse cargo de la grabación. Escribió a la Budapest Filmscoring Orchestra, que goza de amplio prestigio internacional, y, para su sorpresa, accedió. El propio autor de la BSO se puso tras el atril de dirección, tomó la batuta y se cercioró de que cada nota estuviera en su sitio. No obstante, aún le quedan sesiones de estudio, especialmente para el tema principal, en el que contará con la soprano rusa Ekaterina Shelehova.

En un post de Facebook, Jesús Martín recordaba el pasado 28 de octubre sus orígenes, y más concretamente la génesis de su interés por las orquestas: “Era un niño y tenía al lado a nuestro querido Luis Cobiella. Me fascinaba la textura que creaban las cuerdas. O el llanto del oboe. Le preguntaba a Luis, con toda la ingenuidad del mundo, cómo era eso de escribir para una orquesta sinfónica. Ha sido una inspiración constante, trabajada en silencio”.

Otro guiño a la isla que le vio nacer es la batuta con la que comandó, hace unas semanas, a la Budapest Filmscoring Orchestra. La misma era de Ángel Camacho, director de la Orquesta de la Bajada de la Virgen de Las Nieves, a quien se la pidió expresamente: “Necesitaba hacerlo y cerrar un círculo con el niño que llevo dentro; el mismo niño que quiere seguir siendo neurocirujano”.

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