Basta ya. Solo los necios y los criminales niegan a estas alturas la evidencia de que las mujeres sufren una violencia que solo responde a su condición como tal. Con motivo de la celebración de tal día como hoy, 25 de noviembre, los testimonios se acumulan para demostrar que asistimos a una lacra contra la que, felizmente, la gran mayoría de la sociedad canaria se rebela, y para ello está citada esta tarde en las calles de las principales ciudades de las Islas y mostrar así el rechazo a este fenómeno delincuencial, aportando con su presencia un grano de arena más para transformar a mejor el mundo en el que vivimos.
Porque no puede ser que, como desvela la directora del Instituto Canario de Igualdad del Gobierno de Canarias, Kika Fumero, en entrevista concedida a DIARIO DE AVISOS, que como media se sigan demorando casi 12 años la presentación de denuncias por parte de las víctimas de la violencia de género, especialmente sangrante entre no pocas de nuestras madres y abuelas, esas que llevan -como explica- unos 40 años soportando en silencio semejante maltrato.
Porque no puede ser que, como denuncia una fuente tan autorizada como Cáritas, el nuevo perfil más común entre las prostitutas de las Islas sea el de jóvenes isleñas que, por unos u otros motivos, caen presas de las trampas que les tienden organizaciones criminales dedicadas al proxenetismo y que han hallado en las redes sociales una maléfica pandorga con la que atrapar a lo que son, simplemente, apenas unas niñas.
Porque no puede ser que nuestras enfermeras, como denuncia el sindicato Satse, esas mismas profesionales que vienen de jugarse la vida para salvar las nuestras durante lo más duro de la pandemia, requieran imperiosamente que se tomen medidas de prevención efectivas contra los casos de violencia que sufren, tanto ellas como las fisioterapeutas en el ejercicio de su labor, una vez más solo por el hecho de que son mujeres. Y como bien recuerda el referido sindicato, esta violencia no es solo física sino que incluye otros tipos como la laboral, la institucional o la simbólica, y que no pueden ser catalogadas como una forma menor, porque también es violencia.
No hablamos de un fenómeno exclusivo de Canarias ni mucho menos, porque esta lacra se sufre por todo el planeta, pero es bueno recordar, tal día como hoy, que al menos desde las Islas surgieron iniciativas como Mascarilla-19, que convirtió a las farmacias en aliadas contra la violencia de género. La idea, nacida durante el confinamiento en estas Islas, se ha extendido por prácticamente el resto de España, pero también se ha propagado, dada su eficacia, por al menos otros 19 países.
El 25-N no es un día cualquiera. Es el día para tener más presente que nunca la importancia de proteger durante el resto del año a la mitad de nuestra población, y especialmente a la que sufre situaciones de mayor vulnerabilidad. Por eso, el Parlamento de Canarias aprobó ayer ‘blindar’ esta jornada de rebeldía contra semejante injusticia para que, en el futuro, continúen los actos conmemorativos de lo que se denomina oficialmente el ‘Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer’.
Tienen una cita a la siete de la tarde en el Parque García Sanabria de Santa Cruz de Tenerife.
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