PACMA ha anunciado que Luno, el perro retenido en el aeropuerto de Madrid por carecer de microchip, ha sido finalmente deportado a Ecuador después de que su propietaria aceptara una propuesta del Ministerio de Agricultura.
Las abogadas de la asociación AGERAA y PACMA se hicieron cargo inicialmente de la situación, que comenzó el 13 de marzo de 2022.
La llamada desesperada de la propietaria del animal, que pernoctaba en el aeropuerto mientras su perro se encontraba encerrado en las jaulas de aduanas, acaparó la atención mediática. Según su testimonio, en ese momento solo se le habían ofrecido dos opciones tras comprobar los veterinarios la ausencia del chip y, por tanto, la imposibilidad de comprobar la aplicación de la vacuna obligatoria de la rabia: reexpedición al país de origen o sacrificio, a lo que la mujer se negó rotundamente.
PACMA y AGERAA presentaron entonces la medida cautelar que logró salvar la vida del animal y evitar su deportación. En abril, tras 20 días en la jaula de aduanas del aeropuerto, el can es trasladado al Centro Integral de Acogida de Animales de Madrid, donde permaneció hasta su deportación este viernes.
La defensa legal de Luno, tras comprobar la posibilidad contemplada por la normativa europea aplicable de vacunar de la rabia y guardar cuarentena para facilitar la entrada legal del país, inicia una batalla legal para evitar tanto el sacrificio como la deportación, entendiendo así que dicha normativa europea podría estarse aplicando de forma errónea en los aeródromos nacionales. Y es que, según el partido animalista, una cantidad “incalculable” de animales estarían pasado por la misma situación que Luno.
Las representantes de AGERAA y PACMA han calificado de “injusticia” la decisión adoptada por la responsable del animal, la cual ya había recibido la misma oferta de deportación por parte del Ministerio de Agricultura en el mes de abril, pero no la había aceptado en su lucha por lograr la legalización de la estancia del animal en territorio español.
“Con Luno se logró descubrir el enorme agujero negro que son los aeropuertos españoles para los animales, donde se les sacrifica y se les deporta por una supuesta interpretación errónea de la normativa europea”, explican en un comunicado.