La esperada depuradora del Polígono Industrial de Granadilla comienza a dar sus primeros pasos. Aunque la obra sigue ejecutándose, la semana pasada comenzó el pretratamiento de aguas residuales, primera fase de las diferentes etapas de puesta en marcha de la estación, que consiste en la eliminación de la carga contaminante mayor que llega por los colectores y tuberías sin necesidad de un proceso de eliminación biológica, según pudo saber este periódico.
El pretratamiento supone un “salto muy importante”, en opinión del consejero de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez Medina, por cuanto mejorará el sistema “muy básico” que se empleaba hasta ahora en una zona industrial y logística que genera un considerable volumen de aguas con elevado nivel de contaminación. Tras la puesta en marcha de la primera fase, continúan los trabajos de construcción en la planta, que culminarán en julio de 2023.
Lo próximo será la entrada en servicio de un reactor biológico para eliminar una carga contaminante aún mayor. El proceso contempla la incorporación de bacterias para que se alimenten de dicha carga y, de forma artificial, se airea para que el proceso de crecimiento de las bacterias se acelere, hasta que mueren después y se eliminan.
Rodríguez Medina, que recordó que el Consejo Insular de Aguas ha asesorado en el trámite de licitación a los propietarios de las bolsas de suelo del polígono a pesar de no ser una obra de este organismo, destacó el trabajo “quirúrgico” para que, según se vayan terminando las etapas, entren en funcionamiento sin tener que esperar a la finalización de la instalación completa el próximo verano, momento en que se alcanzará la “excelencia en la calidad del vertido”.
Las obras, presupuestadas en 5.636.413 euros (sin IGIC) comenzaron en junio de 2021 y las ejecuta la UTE formada por Cadagua y Ferrovial Construcción bajo la dirección facultativa de Civilport Ingenieros.
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