lotería de navidad

La corazonada de Suresh en Callao Salvaje: “Lo damos, seguro”

Suresh Khatwani, propietario de la tienda Nevada, en Callao Salvaje, vendió el Gordo y se enteró por un cliente
El Gordo también toca en Adeje: "Anoche estaba seguro de que iba a dar un premio"
El Gordo también toca en Adeje: "Anoche estaba seguro de que iba a dar un premio". | DA

Después de seis años vendiendo lotería sin demasiada fortuna en su bazar de Callao Salvaje, en el municipio de Adeje, Suresh Khatwani fue ayer a trabajar convencido de que la suerte ampliaría su radio de acción en el sur de Tenerife más allá de La Chasnera, la estación de servicio más famosa del país, donde cada Navidad reposta la suerte.


Tan convencido estaba este ciudadano indio afincado en la Isla hace 30 años, que levantó a las ocho de la mañana la persiana de su establecimiento, ubicado en la calle El Jable de esta localidad turística, con dos botellas de cava que había puesto a enfriar la noche anterior en su casa, minutos después de que una premonición irrumpiera en su mente: “Mañana vamos a dar un buen premio, seguro”, pensó. Y metió las botellas en la nevera.


Unos minutos después de que, a media mañana, Callao Salvaje apareciera en las pantallas de Loterías y Apuestas del Estado y los medios de comunicación de todo el país, Suresh recibió la llamada de un cliente. “¡Has dado el Gordo, has dado el Gordo!”, le dijo. Los niños de San Ildefonso Alonso y Ángel confirmaron en el Teatro Real de Madrid la corazonada del comerciante sureño de la noche anterior. El reloj marcaba las 10.20 en Canarias. Un décimo del 5.490, premiado con cuatro millones de euros a la serie (400.000 al décimo), se había vendido en Nevada, que así se llama su tienda, un nombre nada convencional en un destino turístico de sol y playa.


“Nada más salir el Gordo, oí en una radio que había tocado en Granadilla de Abona y pensé: ‘¡Ya tocó en la gasolinera de la autopista, como siempre!’, pero un par de minutos después me llamó un cliente para decirme que otra emisora acababa de informar de que también se había vendido en Callao Salvaje, y yo le dije: ‘A mí no me ha llamado nadie’, hasta que lo confirmamos y empezamos a festejarlo y a llamar a las radios”, manifestó Suresh Khatwani a DIARIO DE AVISOS en plena celebración.

Un cliente compró 75 décimos


Hasta ahora, el premio mayor repartido por Nevada había sido de 180.000 euros el año pasado en la Bonoloto. Su clientela, de lo más variada, es una mezcla de “gente de aquí” y turistas, sobre todo en verano, con algunos perfiles sorprendentes, como el ciudadano de nacionalidad extranjera que se personó en el local 48 horas antes del sorteo y se gastó 1.500 euros en 75 décimos, para sorpresa del vendedor, que no sabe si el apreciado número que empieza y acaba en cero fue a parar a su bolsillo.


“Este es un lugar en el que residen muchos extranjeros que me conocen de toda la vida y vienen desde los pueblos de al lado, pero también compran turistas que llegan cada año para pasar sus vacaciones”, explicó Suresh, de trato amable y carácter tranquilo, cualidades que lo han convertido en “toda una institución” entre el vecindario. Así lo señaló a este periódico Dimple, su esposa, a la que le cuesta menos exteriorizar la alegría y que ya piensa en una campaña para promocionar al “indio de Callao”, como define a su marido, porque, asegura, tiene “mucho mérito” dar el Gordo de Navidad en una tienda donde “la gente no hace cola para comprar lotería”.


Dimple y Suresh están convencidos de que a partir de ahora “vamos a dar más premios importantes”. Por lo pronto, ya han colocado a Callao Salvaje en el mapa nacional de la fortuna. La estrella del Gordo ya luce sobre su escudo. Que se lo digan al periodista de la radio pública estatal que, tras conocer el guiño del primer premio a esta localidad adejera, exclamó en antena a media mañana: “Tengo familia y amigos en las Islas Canarias, pero no sabía que existía un lugar que se llama Callao Salvaje”. Ayer aprendió algo nuevo.

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