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“He procurado ser honesta y profesional en mi trabajo, y coherente en mis actuaciones; estoy satisfecha con mi trayectoria”

La periodista tinerfeña Cristina García Ramos fue durante décadas la gran embajadora del acento canario en Madrid y uno de sus rostros más reconocidos por el público en Televisión Española
Cristina García Ramos
Cristina García Ramos. | Sergio Méndez

La periodista tinerfeña Cristina García Ramos fue durante décadas la gran embajadora del acento canario en Madrid y uno de sus rostros más reconocidos por el público en Televisión Española. Su carrera profesional arrancó compaginando Periodismo en la Universidad de La Laguna y trabajando en Televisión Española en Canarias, en programas como o Panorama de Actualidad o Telecanarias. Los espectadores isleños asistieron a sus primeros pasos, donde muy pronto su elegante manera de contar la actualidad en pantalla y su rigor profesional le permitieron afrontar con éxito nuevos retos en la Península, primero en la segunda edición del Telediario, el de mayor audiencia, y posteriormente en otros cometidos. Durante 15 años nos acercó la crónica social de manera amable en Corazón, Corazón. Sin embargo, el ERE en TVE la sacó de la primera línea, una etapa profesional que culminó en Canarias, donde presentó en 2009 el programa de debate Sin secretos, en TelevisiónCanaria. Es columnista en 20 Minutos. Por toda su trayectoria, el pasado 27 de octubre recibió el Premio Taburiente, concedido por la Fundación DIARIO DE AVISOS.

-¿Qué supone para usted este reconocimiento?

“Me sentí muy honrada. Fue un honor y una satisfacción, lo compartí con galardonados muy interesantes, y la gala estuvo muy bien. Fue un momento de reencuentro con muchas caras que no había visto en muchísimo tiempo, porque vivo en Madrid, y también me supuso volver a recordar y traer a un primer plano los que fueron mis comienzos cuando empecé a trabajar en la década de los años 70 en TVE en Canarias, una época apasionante que para mí fue un privilegio. Unos tiempos de transformación, el final del franquismo, los albores de la democracia, la transición, las primeras elecciones y en los que la televisión jugó un papel muy importante en este proceso. Yo lo viví desde Canarias en un centro de producción que, además, me permitía hacer de todo; yo tuve la mejor escuela que un periodista pudo tener, porque éramos tan pocos y había tanto que hacer que pude aprender mucho. Todo lo que aprendí en la profesión lo hice en Canarias, y luego me sirvió para irme a Madrid a presentar el Telediario, después el Telediario del fin de semana, y luego a dirigir y presentar mis propios programas, con un bagaje profesional que tuve la suerte de adquirir. Nunca me he olvidado de dónde vengo, mis orígenes y mis señas de identidad, y eso ha sido fundamental en mi trayectoria”.

-En su primer año de la carrera de periodismo llegó su oportunidad en TVE.

“Estudié periodismo en La Laguna [la escuela oficial de periodismo de Madrid abrió un centro dependiente en Tenerife en 1964] y después estudié Filosofía y Letras. Empecé a trabajar desde el primer curso de la carrera, simultaneando ambas actividades, y siempre digo que la televisión vino a buscarme a mí. En aquellos años, a finales de los 60, Televisión Española buscaba caras nuevas, periodistas jóvenes e informadores para dinamizar la programación y, sobre todo, porque querían iniciar programas con temas exclusivamente canarios, porque hasta entonces la emisión de programas venía de Madrid y aquí se reemitían, incluso no era en directo hasta la llegada del satélite. Empece con un programa con contenidos regionales como Panorama Actualidad en 1968 y luego pasé a presentar el TeleCanarias en los años 70. Ahí aprendí muchísimo”.

-¿Y cómo llegó ese salto a Madrid, llevando el acento canario a la capital?

“Me gusta narrar mi trayectoria por décadas, así en la de los años 80 me trasladé a Madrid, al principio para trabajar en los servicios informativos y presentando el Telediario de las 21.00 horas desde 1979 y más adelante pasaría a presentar la edición de los fines de semana, hasta 1983. Cuando di el salto a nivel nacional a presentar el Telediario, no me planteé cambiar mi forma de ser ni de trabajar. Cuando TVE me hace la oferta para presentar los informativos nacionales y posteriormente tener mis propios programas, sabía efectivamente cómo era y mi acento es una de mis señas de identidad, y no he tenido ningún problema en ese aspecto. Fui muy bien recibida; además, creo que el acento canario gusta”.

-Tras programas culturales y económicos en La2, terminó hablando de la crónica social dirigiendo y presentando ‘Corazón, Corazón’, desde 1993 hasta 2008. Usted, que narró la actualidad de una manera amable, ¿qué opina de la forma de informar actualmente en la crónica social? Comparando la época de ‘glamour’ de personalidades en Madrid, Marbella, Sevilla… que usted vivió con la de hoy, ¿qué opina del declive que ahora se experimenta?

“Durante 15 años, dirigí y presenté el programa de crónica social Corazón, Corazón, ¡vaya récord! Efectivamente, han cambiado mucho las cosas. Antes los famosos lo eran más por sus méritos profesionales de todo tipo, además de cantantes, actores, toreros, etc., y valorados por el público. Luego llegó la zaga de los hijos, las novias o parejas, los parientes, etc. No tiene nada que ver la crónica social de aquellos años con la actual. Yo no culpo, prejuzgo ni entro a valorar a los personajes de hoy ni lo que hacen otros compañeros. Cada uno hace la televisión que sabe, que quiere o que puede. En mi caso hice el programa que quise hacer y como yo quería hacerlo. Sin duda, ha cambiado mucho el panorama de la sociedad actual, y no precisamente para bien”.

-¿Qué hace ahora y qué proyectos tiene?

“Aunque siempre digo que un periodista nunca se jubila y sigo escribiendo una columna semanal en 20 Minutos, es verdad que cuando aplicaron el ERE en TVE en 2008 tras más de 30 años en la casa salí de la primera línea y entré en una época más privada de mi vida. Yo empecé a trabajar muy joven en Canarias, en periodismo desde el primer curso de la carrera y hasta el momento de la jubilación. He sido una trabajadora muy tenaz e intensa, así que en estos últimos años he tenido un periodo de relajación y descanso, más familiar. Nunca dejaré de ser periodista, aunque no esté en la primera línea”.

-Ha realizado muchas tareas delante de las cámaras y con responsabilidad. ¿Dónde se ha sentido más satisfecha?

“He tenido la suerte de que he estado delante de la cámara siempre presentando y dirigiendo mis programas hasta el final, salvo en algún programa puntual en La2, donde solo era presentadora. Al final, estoy muy satisfecha con el conjunto de mi trayectoria. He procurado ser honesta y profesional en mi trabajo, ser coherente en mis actuaciones y creo que si paso revista a mi trayectoria profesional, realmente me siento satisfecha, lo he hecho lo mejor que he podido y he sabido”.

-¿Le quedó alguna espinita clavada de algún proyecto que no aceptó?

“No, me ha pasado una cosa curiosa, yo no he proyectado mi carrera, sino que a mí las cosas me han ido sucediendo y se me han ido poniendo por delante. Es decir, yo no elegí la televisión, fue la televisión la que me eligió a mí, me llamaron a una prueba para Televisión Española en Canarias, me dieron un micrófono y…. hasta que me jubilé. Siempre me fueron proponiendo los trabajos, cuando me ofrecieron venir a Madrid, etc. En ese sentido, la verdad, me ha ido bien”.

-En un capítulo de agradecimientos, ¿a quién destacaría por ayudarla y guiarla en su carrera profesional?

“Destacaría a las personas que fueron relevantes en mis comienzos, como Alfonso García Ramos, director del periódico La Tarde, el primero en ofrecerme una oportunidad profesional para colaborar, era profesor mío en la escuela de periodismo y fue el primer contacto con la profesión. Luego, en el Centro de producción de Televisión Española en Canarias, la verdad es que la lista de las personas que destacaría es muy grande, desde un director magnífico como César Alonso, que fue el que impulsó la creación de programas con contenido canario. He tenido la suerte de tener buenos maestros y profesionales; en aquella época era una joven de 20 años. Para mí TVE en Canarias fue la mejor escuela. Entré en un momento en el que se empezaba a hacer programas para las Islas, un informativo propio, programas de actualidad, etc. Siempre encontramos en nuestro camino gente que te enseñan y de las que aprendes el oficio”.

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