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Jorge Valdano: “El Tenerife abrió un nuevo capítulo en mi vida deportiva”

El argentino, que vivió como entrenador blanquiazul una de las épocas más doradas del representativo, fue protagonista del serial de entrevistas del club a sus leyendas denominado ‘Centenario de una pasión’
Jorge Valdano repasó su exitosa etapa en el CD Tenerife. /Fran Pallero
Jorge Valdano repasó su exitosa etapa en el CD Tenerife. /Fran Pallero

El exentrenador del CD Tenerife, Jorge Valdano, fue protagonista del serial de entrevistas que ha hecho el club a sus leyendas denominado Centenario de una pasión. El argentino debutó como entrenador en el CD Tenerife el 19 de abril de 1992. Valdano, junto por aquel entonces compañero inseparable Ángel Cappa, cogio al conjunto blanquiazul en puestos de promoción cuando restaban ocho jornadas para concluir la liga. Su estreno no pudo ser mejor, ya que el CD Tenerife derrotó al Valencia (2-1). Luego vendrían históricos triunfos ante Barça y Real Madrid, en las dos míticas finales de Liga que acabaron el primer año con la permanencia (3-2), y con los de Leo Beenhakker perdiendo el campeonato en favor del Barça de Cruyff, y al año siguiente en la histórica clasificación para la UEFA, y con los de Benito Floro hincando la rodilla en el Estadio (2-0).

Jorge Valdano recordó para la serie Centenario de una Pasión todo lo vivido en la isla.

“Bueno, en primer lugar, fue un momento feliz de mi vida. Tenerife abrió un nuevo capítulo en mi vida deportiva. Recuerdo aquellos primeros días como de tensión e ilusión. Lógicamente, cuando uno empieza algo nuevo, le mete una energía especial al discurso y a la mirada para llegar al jugador. Se utilizan todos los recursos posibles para llegar a él. Lo recuerdo con mucho cariño. Vuelvo con frecuencia a Tenerife y, en mi familia, es tema de conversación. Tenía unos hijos pequeños y Santa Cruz es una ciudad que te invita a salir, a disfrutarla, por temperatura y naturaleza. La felicidad no solo es deportiva cuando hablo de Tenerife”.

Mientras comentaba un partido del Milán en Copa de Europa, el presidente Javier Pérez llamó al argentino para que cogiera las riendas del equipo tras la destitución de Jorge El Indio Solari. Jorge Valdano recuerda aquel inolvidable momento.

“Tenía la curiosidad por vivir la experiencia como entrenador. Ser entrenador era algo por lo que necesitaba pasar. Jugadores como Fernando Redondo, Felipe Miñambres, Chano, Quique Estebaranz… que me gustaban y me hicieron creer que eran coherentes con la idea que tenía yo del fútbol. “Antes de llegar, me habían ametrallado, pero estaba por encima en ese momento. Tenía tanta energía que ni lo tuve en consideración. Lo que sí me asusta ahora es comprobar la situación en la que llegué. Ahora mismo, diría que no, pero en aquel momento diría que la energía me daba cierta inconsciencia. Que te queden ocho partidos, estés en zona de descenso y lejos de la salvación, donde cuatro de esos partidos eran ante Valencia, Sevilla, FC Barcelona y Real Madrid… Representa una condena a muerte futbolística. Pero firmé un contrato en el que, si nos quedábamos en Primera División, ganaría una cantidad de dinero; y si se descendía, otra. Siempre que sobreviviera como entrenador, pero esas eran las condiciones”.

El de Santa Fe recuerda aquellas históricas ocho finales de Liga. “Aquel momento el Dream Team marcaba un nivel estético desconocido hasta el momento, nosotros demostrábamos que se podía salir de pobre jugando al fútbol, sin tener a Laudrup, Romario o Guardiola, éramos capaces de dar pases a 10 o 15 metros con jugadores dotados. La revolución no fue solo futbolística, sino sociológica. Cambió el equipo y los ánimos de la Isla en cuestión de 15 días”, donde ganamos al Valencia y al Barcelona en partidos locos y ajustados. El ánimo de la isla se dio vuelta como una media, por lo que es una cosa increíble. Sacaría el micrófono a la calle para saber lo que sintió, más que a los futbolistas. No se sabe cómo se filtró a la sociedad”.

Valdano se refirió en su alocución a la primera vez en su historia que el representativo se clasificaba para jugar en Europa. Los blanquiazules acabaron quintos en la liga, lo que significaba clasificarse para la Copa de la UEFA.

“Los primeros partidos de la segunda parte fueron malos y me consta que mi puesto estuvo en peligro, pero luego tuvimos cierta estabilidad durante mucho tiempo. Estuvimos media liga sin perder y nos situó en unas posiciones de privilegio. Ser cuartos era un honor absoluto; y ser quintos no era una catástrofe, pero para mí sí, porque hubiera sido contra el Sevilla de Bilardo y aquel momento estábamos en guerra. Fue un gran impacto mediático que les hacía sentir importantes. Si algo tuvo el Tenerife, fue esa sensación de centralidad. Si la isla se quejaba de ser periférica, en aquel momento nos dio centralidad: grandes titulares en periódicos; el desacuerdo de Clemente con mi forma de ver el fútbol; se citaba a Chano, Felipe, Quique para la selección española… Me parecía que era un título

Por último, el exentrenador del CD Tenerife, habló de su valedor en los banquillos, Javier Pérez y Pérez, presidente de la entidad. “Conflictiva, pero cercana. Conflictiva porque era muy exigente, le costaba perder y se desestabilizaba en la derrota; cercana porque iba cada semana al club con una serie de reclamos y, si no cumplió al cien por ciento, cumplió el 90%. El otro 10% tenía que ver con viajar en vuelos chárter, lo cual en la época no existía y estaba fuera de la economía del club. Pero en los viajes, se dejan puntos. Estaba convencido. Viajábamos cinco veces más que cualquier otro equipo de la península. Cualquier cosa que pedía que se cambiase, se hacía. El equipo empezó a tener otra dignidad y es relevante a la hora de competir”.

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