Eli Bermúdez es una tinerfeña que en el último mes ha tenido que sufrir viendo cómo su perro se partía una pata. Esta situación no es plato de buen gusto para nadie, ya que los perros son un miembro más de la familia y sus enfermedades son motivo de angustias y tristezas.
Por fortuna, Eli llevó el pasado mes de noviembre a su perro al veterinario y fue operado, ocasionando una factura de unos 1.000 euros. Para costear dichos gastos, la tinerfeña ha organizado estos días varias rifas.
La primera de las rifas de cestas de Navidad ya la ha realizado, mientras que ahora mantiene activa otra rifa: “Necesitamos seguir con los sorteos para poder cubrir alguna parte de la operación. Si pueden compartir nos ayudarán a que llegue a más gente solidaria”, señala Eli.