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El vuelo contrarreloj de Laura para salvar vidas: “Tenemos apenas horas para trasladar un órgano donado”

La piloto tinerfeña de 24 años, que dedica parte de su labor a transportar órganos para su posterior trasplante por todo el territorio nacional, reconoce que el destino "más estresante" es Canarias por su lejanía
El vuelo a contrarreloj de Laura para salvar vidas
El vuelo a contrarreloj de Laura para salvar vidas. | Sergio Méndez

Laura Ventura apenas tenía 20 años recién cumplidos cuando confesó a este periódico su pasión por la aviación. Por aquel entonces, recibía formación en una escuela de vuelo próxima a la ciudad de Düsseldorf, en Alemania. Ahora, tras casi tres años convulsos en el sector, provocados por la pandemia de COVID-19, la tinerfeña vuelve a conceder una entrevista a DIARIO DE AVISOS convertida en toda una piloto profesional.

Desde el pasado verano trabaja para una compañía de referencia en vuelos privados a nivel peninsular que, a su vez, colabora en el traslado de órganos para su posterior trasplante. A sus 24 años, Laura conforma una de las piezas clave en la carrera a contrarreloj por que una desgracia suponga una nueva esperanza. “Cuando alguien es donante de órganos y lamentablemente fallece, se activa un protocolo entre los hospitales del país para transportar los órganos vitales para quien los necesite en el menor tiempo posible”, declara la joven, quien actualmente reside en el entorno del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas para reducir el tiempo de reacción.

La profesional de la aviación explica que “los pilotos apenas accedemos a la información confidencial del paciente y el donante, pero sí sabemos que contamos con 8 horas para un traslado de páncreas o riñones y tan solo 4 para uno de corazón”. Es por ello que la cooperación entre equipos es fundamental para lograr una llegada óptima, independientemente del resultado en la sala de operaciones: “Los controladores nos facilitan todo: abren pistas en aeropuertos cerrados, agilizan los controles de seguridad y nos dan prioridad frente a las aerolíneas para que despeguemos rápidamente junto al equipo médico”.

Laura reconoce que los trayectos más estresantes ocurren con los centros hospitalarios del archipiélago canario por la lejanía del mismo. Aunque se llena de orgullo al afirmar que su labor es tan gratificante que las guardias de 24 horas, la urgencia y el estrés “compensa enormemente todo cuando eres consciente de que alguien ha tenido una nueva oportunidad en la vida”.

Laura, piloto tinerfeña de 24 años. | Sergio Méndez
Laura, piloto tinerfeña de 24 años. | Sergio Méndez

Según los últimos datos de la Organización Nacional de Trasplantes, España sigue estando a la cabeza en materia de donación y trasplante de órganos con 40,2 donantes por millón de habitantes, frente a los 18,4 de la media de la Unión Europea. Además, 8 de cada 10 familias españolas autoriza la concesión. De hecho, España es de los pocos países que realiza el traslado de órganos vitales con vuelos chárter. “A veces coincidimos en el mismo aeropuerto varios aviones dedicados a este transporte médico”, indica la tinerfeña, que define los aviones que pilota como “ambulancias del aire”.

Vuelos chárter

La otra ocupación de Laura dentro de la misma empresa es la conducción de jet privados que cualquier persona con cierto poder adquisitivo puede contratar para viajar por Europa y el norte de África. “Los clientes habituales suelen ser futbolistas, famosos y empresarios de renombre”, asegura la tinerfeña, que, desde un primer momento advierte de que, como profesional, no puede desvelar la identidad de ninguna de esas personalidades.

Lo que sí cuenta la joven es una anécdota sucedida durante un turno laboral que aún, a día de hoy, relata con sorpresa y desconcierto: “Tuvo lugar durante la pasada Navidad. Llevaba a un grupo de personas desde Ámsterdam hasta Italia porque querían pasar un día visitando el país, pero les hablé tan bien de Tenerife que, sobre la marcha, decidieron cambiar el rumbo hacia el Archipiélago. Tuvimos hasta que aterrizar en Sevilla para repostar combustible. No me lo podía creer. Fue toda una sorpresa. Y los pasajeros quedaron encantados con la Isla porque, incluso, reservaron una noche más”.

La piloto, que también reside en El Sauzal, junto a su familia, admite que jamás se imaginó volando para una compañía de aviones chárter porque “no te hablan de ello en la escuela”, pero “sinceramente he descubierto un sector que me llena mucho como persona”.

“Mi sueño se ha hecho realidad”

Laura no lo ha tenido fácil. Finalizó sus estudios justo antes de que la pandemia de coronavirus irrumpiera en el planeta y, por ende, provocara el desolador cero turístico. “Tuve que esperar un año para encontrar trabajo porque las aerolíneas comerciales paraban e incluso despedían a sus trabajadores”, comenta la tinerfeña, quien aprovechó el impulso de los vuelos chárter para hacerse un hueco en la aviación. “Comencé a trabajar en Alemania con una compañía similar a la actual; allí estuve 10 meses hasta que finalmente me contrataron en España”, sostiene.

El vuelo a contrarreloj de Laura para salvar vidas
La joven, que actualmente reside en Madrid, siempre ha sido una apasionada de la aviación. | Sergio Méndez

Al ser preguntada por su profesión actual, la piloto afirma que “mi sueño se ha hecho realidad” porque es “muy complicado” encontrar empleo en la navegación aérea sin apenas experiencia. Asimismo, agradece el apoyo económico que le proporcionó su familia para los estudios pertinentes: “Todo el esfuerzo ha dado sus frutos”.

Pese al predominio de hombres en la aeronáutica, “cada vez veo a más mujeres estudiando”, aunque puntualiza que “sigue siendo extraño coincidir con chicas trabajando como pilotos en los aeropuertos”. “Espero que sigamos siendo más en el sector porque las diferencias entre hombres y mujeres en cabina no existen: pasamos por los mismos exámenes, nos requieren las mismas horas de vuelo…”.

La profesional del aire, afincada por ahora en Madrid, confía en que la recuperación del turismo sea un “boom” muy pronto porque “la gente está desesperada por viajar”. Y es que las previsiones de Aena arrojaban que los aeropuertos canarios superarían estos días de puente las cifras de prepandemia, acumulando así más de 12.000 operaciones.

Laura aconseja a todas aquellas amantes de la aviación que intenten destacar en “algo”, ya que “hay mucha competencia”. “En mi caso, por ejemplo, fue una ventaja hablar español en Alemania”. A su vez, anima a pilotar porque es una profesión muy bonita. Para ella, su labor no implica ir a trabajar, sino simplemente “a volar”.

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