la casa blanca

Estados Unidos envía sofisticados tanques a Ucrania

Los analistas defienden que cambiarán las reglas del juego, pero no a corto plazo

El apoyo a Ucrania alcanza un nuevo nivel con el compromiso de potencias europeas y Estados Unidos de proveer a Kiev de tanques de alta tecnología poniendo en jeque a Rusia, aumentando temores de una escalada y ofreciendo esperanza a los ucranianos de repeler de una vez por todas al enemigo. Pero, tras confirmar que recibirá entregas del estadounidense M-1 Abrams, Leopardos alemanes y Retadores británicos, Kiev se encuentra ahora ante la pesadilla logística y dificultades operativas de incorporar estos vehículos a su arsenal de combate que empieza con las fechas de entrega.

No será inmediato

En el mejor de los casos estaríamos hablando de que transcurrirán meses antes de que estén en condiciones de entrar en el campo de batalla en número suficiente para marcar una gran diferencia, mientras que en el caso de los tanques Abrams de última generación que se ha comprometido a enviar Estados Unidos, podría pasar más de un año antes de que Ucrania pueda hacer uso de ellos, ya que según advirtió el Pentágono no tiene un excedente de tanques disponibles y les llevará meses transferirlos. Además, los componentes clave que se desgasten o se dañen en la batalla deberían reemplazarse con piezas originales, que tendrían que enviarse a un taller de reparación, posiblemente en Polonia, desde Estados Unidos.

Según Carlos Cuebas, teniente coronel retirado del Ejército de Estados Unidos en entrevista exclusiva para el DA, “El propósito es dar a Ucrania la capacidad en primavera o ya en verano, porque no van a llegar pronto, de poder romper el frente que han establecido los rusos en Dombás con trincheras. Los rusos han asumido posiciones defensivas bastante completas y la única forma de romper es utilizando tanques”. El tanque, explicó el exmilitar estadounidense, es “la figura central en el campo de batalla con el apoyo de elementos que tienen que estar coordinados: infantería, artillería, apoyo aéreo, ingenieros…es el arma necesaria con un cañón de gran poder y la defensa que ofrece a sus integrantes, los soldados”. Estos tanques sofisticados están equipados con tecnología en su núcleo que les permite localizar los objetivos y apuntar hacia ellos, lo que significa que mantener los tanques, repararlos y suministrar las piezas necesarias requiere un entrenamiento detallado desde las tripulaciones en los vehículos hasta el punto logístico que los respalda, a cientos o tal vez miles de kilómetros de las líneas del frente en el este de Ucrania. “Supone un reto logístico monumental porque, aun cuando el presidente Biden anunció 31 tanques, cada uno de estos tiene un sistema de apoyo, necesitan un vehículo de recuperación en caso de que les ocurra algo, un apoyo de mantenimiento, entrenamiento que puede ser en Europa o en EE.UU., la logística es sumamente complicada, y yo creo que una de las razones por las que tardó tanto el anuncio”.- dijo Cuebas- “No se trata de poner el tanque allí, tiene que haber un apoyo para que se efectivo, que se pueda recuperar o se pueda arreglar”. Para Estados Unidos supone también un riesgo de imagen, teniendo en cuenta la victoria propagandística del presidente ruso Vladímir Putin si surgen vídeos de tanques estadounidenses inutilizados en un campo de batalla ucraniano. Un riesgo que el país norteamericano no está dispuesto a asumir.

Las razones para el envío

Si bien Estados Unidos ha estado enviando ayudas que van desde fondos, material de asistencia sanitaria y armamento, ha sido un poco más conservador a la hora de enviar estos tanques, y finalmente al hacerlo, el mensaje que pretende hacer llegar a Moscú es obvio. “El propósito estratégico es que Putin entienda que no puede ganar la guerra militarmente”, afirmó Cuebas, “la estrategia es fortalecer a Ucrania lo máximo posible para que defienda y recupere su territorio, y que el presidente ruso y sus militares entiendan que ellos no tienen los recursos para mantener esta invasión indefinidamente, y que cambie su posición hacia un plano no militar, ya sea diplomático, económico… Esa es la intención: que Putin entienda que está perdiendo miles de vida en el campo de batalla innecesariamente, mandando a gente a filas sin ningún entrenamiento por lo que no son efectivos. Está matando a personas en Ucrania. Los tanques son una fase de fortalecimiento de la estructura militar de Ucrania y al mismo tiempo, para recuperar territorio, no solo en Dombás sino también en Crimea”, nos explicó Cuebas, quien afirmó que, en su opinión, “es el centro de este conflicto. Estamos muy lejos todavía, pero si Ucrania recupera Crimea, se acabó el juego”.

Tanques europeos o americanos

Para muchos expertos sería más fácil para Ucrania quedarse con un solo modelo de tanques, el alemán. Otros países de la OTAN con Leopardos en sus arsenales incluyen Polonia, Grecia, España, Turquía, Hungría, Dinamarca, Portugal, Noruega, Eslovaquia y la República Checa. Los solicitantes de la OTAN, Suecia y Finlandia, también tienen un número considerable de Leopardos. Eso sí, hay que destacar que los ucranianos han demostrado ser muy eficientes en la operación de equipos nuevos, a menudo incompatibles, en la guerra, reuniendo tanques antiguos de la era soviética y los capturados de Rusia en lo que hasta ahora ha sido una fuerza competente. Pero la promesa de Alemania de 14 tanques es solo una fracción de los 300 que Ucrania dice necesitar. Alemania aseguró que con el soporte de los otros socios de Kiev se conseguirán dos batallones de Leopardos, alrededor de 80 tanques en total, en manos ucranianas. Polonia, que encabezó el impulso para que Alemania permitiera que el equipo fabricado en Alemania se proporcionara a Ucrania, es un probable donante. Las las tripulaciones ucranianas podrían comenzar a entrenar en los tanques que eventualmente recibirán en poco tiempo, pero para verlos en combate, es probable que pasen meses.

Ucrania también quiere aviones

Para Ucrania, la lucha por asegurar los tanques es solo parte de la larga lista de peticiones de armamento que han ido generando desde el comienzo de la invasión rusa.

Ahora que los Abrams de fabricación estadounidense y los Leopardos de fabricación alemana se dirigen al frente tras meses de disputas entre los aliados occidentales, los estrategas militares ucranianos están dirigiendo su atención a lo que ven como el próximo paso lógico en su esfuerzo por repeler a los invasores rusos: aviones de combate modernos.

Las conversaciones con más de media docena de funcionarios militares y diplomáticos occidentales confirman que ya está en marcha un debate interno sobre el suministro de las aeronaves a Ucrania con el apoyo de sus vecinos bálticos de línea dura.

En Europa, varios funcionarios y diplomáticos dijeron que sus gobiernos ya no consideran que la idea sea imposible, pero los temores de una escalada siguen aumentando, pese a que Washington ha puesto el pie en el freno y ha dicho que de momento, de eso nada.

Los departamentos de Defensa de países aliados de Ucrania tienen previsto llevar a cabo una cumbre en febrero en la base militar estadounidense de Ramstein, en Alemania, en la que se espera que el tema del apoyo aéreo sea el foco principal.

Escalada constante

A principios del año pasado, los aliados occidentales acordaron una política tácita de no suministrar a Ucrania un paquete completo de armas inmediatamente después de la invasión, por temor a provocar a Rusia y también existe la preocupación de que el apoyo público pueda disminuir en medio de una mayor escalada. La estrategia ha sido una tendencia ascendente lenta pero constante en el apoyo occidental Sin embargo, enviar aviones sería una tarea logística seria para los aliados de Ucrania. Los F-15 y F-16 requieren pistas largas y de alta calidad, de las que carece Ucrania. Los expertos dicen que sería fácil para Rusia detectar cualquier intento de construir bases operativas y atacarlas. Los diplomáticos europeos están de acuerdo en que Occidente primero querrá agotar todas las demás opciones de apoyo aéreo, incluidos más aviones no tripulados de ataque y posiblemente misiles de largo alcance, pero aun así, muchos consideran que la entrega de aviones es una cuestión de tiempo, con la provocación que ello implica.

El oso ruso se impacienta

Mientras Ucrania espera con los brazos abiertos los tanques modernos, es poco probable que Rusia se quede de brazos cruzados. El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) informó que Moscú puede estar preparándose para una ofensiva en la región de Luhansk, al este de Ucrania, que verá un énfasis en las fuerzas rusas convencionales en lugar de las contratadas como el temido Grupo Wagner que ha estado operando en la región. Europa calcula que el conflicto podría extenderse de tres a cinco años más, con la preocupación de que los aliados estén aproximándose al límite de lo que se puede prover sin desencadenar una respuesta extrema de Moscú. “Los rusos han tenido grandes problemas para enfrentar a Ucrania. Si tratan de atacar otro país o usar armas nucleares creo que no van a poder aguantar la respuesta. Creo que incrementaran sus ataques con misiles que parece que es lo único que les funciona” concluyó Cuebas.

Para Ucrania, la tranquilidad de saber que los tanques están en camino, confiere a sus dirigentes militares una mayor libertad para desplegar sus reservas actuales y de esa forma contrarrestar cualquier ofensiva de Moscú. Y aunque los Leopard y los Abrams pueden tardar algún tiempo en llegar al campo de batalla, los expertos dicen que las fuerzas armadas de Ucrania los necesitarán durante años.

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