De la cultura Valdivia, en lo que hoy es Ecuador, pero hace 6.500 años, a la de los dogón, en Mali. De la de Vinca, surgida en Europa en torno al río Danubio hace cerca de 60 siglos, a las manifestaciones de la ciudad de Mohenjo-Daro, en la antigua cultura del Valle del Indo, que atravesó su auge del 2600 al 1900 a. C. De las manifestaciones guanches a la contemporaneidad. Ese es el tránsito que propone la alfarera canaria Agael León (Güímar, 1965) en Ancestras, una muestra que puede visitarse desde el 25 de noviembre, y justo hasta mañana jueves, en el antiguo Convento de Santo Domingo, en La Laguna.

Este proyecto expositivo “es un recorrido por la historia de la humanidad a través de la visión de las mujeres, desde el neolítico hasta nuestros días”. “De las 30 piezas que lo componen -detalla Agael León-, cuatro son creaciones mías, mientras que el resto son interpretaciones de obras pertenecientes a diferentes culturas”. El punto de partida, apunta, ha sido “representar la energía femenina”. “Físicamente, eso supone un intento imposible, por que no podemos estar en varias épocas a la vez, pero a nivel intelectual no lo es, y ahí nace la idea de crear esta exposición”, apostilla León.
“Cuando aludo a la energía femenina incluyo al hombre. Es esa idea del yin y el yang, esa búsqueda del equilibrio para que todo funcione. Como mujer, tengo que poseer una dosis de energía masculina y, de la misma manera, el hombre debe contar con la femenina para lograr entre todos ese consenso”. “De lo contrario, se produce una fractura, una separación, un enfrentamiento, como creo que está ocurriendo ahora”, agrega. Esa energía femenina, “que no debe perderse”, está presente en cada sociedad, “en las matriarcales y en las patriarcales”.

El uso del barro en las piezas que vertebran Ancestras no es una decisión secundaria, sino una declaración de intenciones. “Soy una alfarera tradicional que se adentra en la escultura y, aunque podría haberlas hecho con otros materiales -argumenta-, quiero seguir trabajando con las técnicas de la alfarería canaria tradicional. Trabajar del mismo modo que cuando hago un gánigo o un bernegal”.
La mirada contemporánea se manifiesta en la muestra, por ejemplo, en la figura de una mujer con burka. “Es una pieza muy reivindicativa”, expone León. “Si el burka es una vestimenta que oculta totalmente el cuerpo femenino, lo que yo he hecho es una escultura que lo remarca. Una figura femenina envuelta en esa indumentaria, pero a la que le doy el suficiente movimiento para que se distinga su cuerpo”. “Con eso quiero decir que estés donde estés, aunque sea bajo un burka, la energía femenina sigue presente, continúa teniendo poder”.

Otra obra especialmente significativa de la exposición es la que, a partir del Ídolo de Tara, en Gran Canaria, refleja a una mujer embarazada en cuyo vientre figura una espiral del sol, elaborada a partir de un calado canario. “Es la mujer como tejedora de vida, pero no solo alude a la vida del feto que puede albergar en su interior, sino a la de todos, a la vida que se traduce como energía creadora”.
La pieza que ilustra el cartel de la muestra ofrece al espectador la imagen de una anciana sentada, que también posee una oquedad en el vientre, pero en este caso en su interior guarda la Tierra rodeada de estrellas. “Es una imagen que abraza, que protege. Es la energía femenina que mantiene la cohesión, de lo que está fuera y de lo que está dentro del planeta”.