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Las regiones ultraperiféricas acompasan su latido para no perder el pulso

Canarias asume la presidencia anual de la Conferencia de las RUP en un escenario cambiante rodeado de incertidumbres, con el escudo protector del reconocimiento jurídico de sus singularidades
regiones ultraperiféricas

La condición jurídica de región ultraperiférica de la UE aporta a Canarias unos ingresos anuales que el Ejecutivo autonómico calcula en 379 millones de euros, al dividir entre siete los 2.655 millones procedentes de los fondos ordinarios en el marco presupuestario plurianual de 2021-2027.

El vicepresidente y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos, Román Rodríguez, resalta la “muy buena posición” de la comunidad autónoma: al final del periodo habrá recibido unos 5.075 millones de euros. Un estudio presentado en 2019 elevó a 5.228 millones el coste privado de la ultraperiferia: el 8% de la facturación empresarial.

A esa conclusión se llegó después de analizar factores como el transporte de mercancías, los viajes de negocios, la capacidad productiva ociosa (sin uso), el agua, la energía y las instalaciones múltiples (centros en varias islas).

El concepto fue utilizado por primera vez en octubre de 1987, durante la Asamblea General de la Conferencia de Regiones Periféricas y Marítimas (CRPM) en la isla de Reunión, en un intento de calificar la situación de los territorios más alejados del continente europeo: la expresión “más que” derivó en “ultra” (al otro lado) y, de ahí, a la ultraperiferia.

Actualmente confluyen nueve regiones insulares y una aislada en el noroeste de Suramérica, plenamente integradas en la Unión Europea a través de los tratados de adhesión de los respectivos estados. Unas están bañadas por el Caribe y otras, por los océanos Atlántico e Índico, con tres lenguas oficiales y nacionalidades (Portugal, Francia y España).

Son estas: Azores, Canarias y Madeira, de un lado, y, en un contexto natural diferente, Guadalupe, Guayana, Mayotte, Martinica, Reunión y San Martín: un clima tropical y una histórica vinculación cultural, relaciones estrechas, con países del entorno inmediato. Todas comparten unas desventajas matizadas por cada circunstancia. Entre ellas, Canarias va por delante en muchos indicadores. Una hilera de preceptos normativos apuntala el reconocimiento de las RUP en el derecho primario.

El artículo 355 del Tratado de Funcionamiento de la UE (TFUE) especifica que los tratados se aplican a estos territorios de conformidad con el artículo 349 del TFUE. En concreto, el artículo 349 del TFUE recoge la noción de ultraperiferia, como una “base jurídica, autónoma y suficiente que permite adaptar y exceptuar las normas europeas, así como adoptar medidas particulares y duraderas en su beneficio”.

Las RUP se benefician, por ejemplo, de un Programa de Opciones Específicas para la Lejanía y la Insularidad (Posei) destinado a “la producción, transformación y comercialización de productos agrícolas y de medidas específicas para asistir al sector pesquero en la comercialización de sus productos”. Tal tratamiento particular abarca la política de ayudas de Estado, fiscal y aduanera.

El primer reconocimiento oficial, sin peso jurídico todavía, se remonta a la Declaración N.º 26 del Tratado de Maastricht, firmado el 7 de febrero de 1992, y en vigor desde el 1 de noviembre de 1993, que modificó los tratados fundacionales de las Comunidades Europeas (Tratado de París de 1951, el Tratado de Roma de 1957 y el Acta Única Europea de 1986).

Facilitó el tránsito hacia la Unión Monetaria Europea. Por ese camino marcado siguió el Tratado de Ámsterdam, rubricado 2 de octubre de 1997 y efectivo desde el 1 de mayo de 1999. El artículo 299.2 antecedió al Tratado de Lisboa (del 13 de diciembre de 2007 y vinculante desde 1 de diciembre de 2009), precedente del nonato Tratado Constitucional. El artículo 349 añade al grupo a San Bartolomé y San Martín, adscritas antes a Guadalupe.

San Bartolomé optó por una menor integración europea y, en 2012, cambió su estatus al de país y territorio de ultramar (rigen las disposiciones de la cuarta parte del TFUE).

Al contrario, Mayotte dejó de ser país y territorio de ultramar el 1 de enero de 2014 para transformarse en región ultraperiférica en virtud del referéndum del 29 de marzo de 2009 (el 95,2% de los votantes apoyaron la conversión en departamento).

La CE perfiló el 3 de mayo de 2022 la estrategia que canalizará la modulación de las políticas comunitarias en las RUP, ratificada en junio por el Consejo de Asuntos Generales de la UE.

Mandato rotatorio

La presidencia de las RUP se ejerce de manera rotatoria y la Conferencia se reúne en sesión ordinaria al menos una vez al año en la región que asume el mandato. La primera fue en Gourbeyre (Guadalupe), el 31 de marzo de 1995. Este 16 de noviembre, Ángel Víctor Torres recogió el testigo de Serge Letchimy (Martinica) en Bruselas durante la 27ª edición del foro. Afronta la tarea con “un sentimiento profundo de compromiso con el diálogo”.

En Canarias ha habido cinco. Román Rodríguez participó en dos: el 25 de septiembre de 2001 en Lanzarote (VII) y el 15 de octubre de 2002 en La Palma (VIII). A Paulino Rivero le correspondieron otras tantas: 14-15 de octubre de 2009 en Gran Canaria (XV) y 27-28 de octubre de 2010 en Tenerife (XVI). Fernando Clavijo intervino en la XXIII, 22-23 de noviembre de 2018 en Gran Canaria, con la presencia de Felipe VI. Del 23 al 25 de octubre de 1996, Manuel Hermoso hizo de anfitrión en el Puerto de la Cruz de la 24ª Asamblea General de la CRPM.

Allí, Martinica, Canarias, Madeira, Guadalupe, Reunión y Azores plantearon en una declaración conjunta “reforzar el concepto de ultraperificidad; en especial, el apoyo prioritario otorgado por la Unión Europea en el marco de la política de cohesión; la puesta en marcha de medidas particulares a fin de adaptar las políticas comunitarias a la realidad regional, y la definición de las condiciones especiales”.

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