la matanza de acentejo

Y San Antonio volvió a bendecir a los animales tras la pandemia

La Octava Ganadera reunió a más de 5.000 personas y cerca de 300 cabezas de ganado en el entorno de la ermita
Y San Antonio volvió a bendecir a los animales tras la pandemia
La Octava Ganadera es un encuentro anual con la tradición y una cita ineludible con la feria ganadera más antigua de la Isla. Fran Pallero

Como marca la tradición en el mundo rural, ayer todos los caminos de Tenerife condujeron a la ermita de San Antonio Abad, en La Matanza de Acentejo, donde miles de ganaderos acudieron para agradecerle los milagros concedidos y pedirle al santo que proteja a sus animales, un día grande para el barrio y para todo el municipio.

De acuerdo con la tradición, la escultura de San Antonio Abad que se venera en La Matanza fue la primera imagen de santo llegada a Tenerife tras finalizar la Conquista, por lo que con toda probabilidad la celebración de su fiesta y la costumbre de exponer al ganado a su bendición, debió germinar de manera muy precoz en la localidad norteña.

Según consta documentalmente el templo primitivo estaba ya construido en junio de 1539, así como su patronato y capellanía, contando con 50 fanegadas de terreno, un trozo de viña y árboles del lugar. La ermita original dio paso al actual templo a partir de 1882, localizándose en las proximidades del barranco de Acentejo.

La Octava Ganadera reunió ayer a más de 5.000 personas y cerca de 300 cabezas de ganado, 140 de ganado vacuno, 100 de equino, entre caballos, mulos y ponis, y una docena de rebaños de cabras y ovejas. Un número menor al de otros años dado que al mismo tiempo se celebraron en la Isla otras citas de importancia en las que también participaron animales, como la feria de ganado y la romería de Buenavista del Norte, y la del barrio de La Florida, en el municipio de La Orotava.

Sin embargo, y quizás debido al parón durante los dos años de pandemia, la asistencia de público fue mayor. Grandes y chicos, acudieron a la plaza de San Antonio, una imagen que daba cuenta del esperado relevo generacional en un sector que cada vez encuentra más dificultades para conseguir este objetivo.
Los peregrinos fueron llegando desde primeras horas de la mañana, al recinto instalado próximo al santuario. Tras la finalización de la eucaristía los ganaderos fueron llevando a su ganado a recibir la bendición. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento con su alcalde, Ignacio Rodríguez, a la cabeza, otorgó los premios a los animales más destacados en sus respectivas categorías, trofeos que son donados por las diferentes empresas del municipio. Además, también se concedieron las subvenciones a los ganaderos para ayudar con el transporte y otros gastos derivados de su actividad.

Este año el Ayuntamiento habilitó un servicio de transporte gratuito interno, con varios puntos de recogida para facilitar los desplazamientos hasta el templo, que cuenta con la consideración de Santuario desde 2020.

Seguridad

La Guardia Civil, la Policía Canaria y la Local garantizaron la seguridad en todo momento para que la jornada se desarrollara sin inconvenientes.

San Antonio Abad es el reencuentro anual con la tradición, una cita ineludible con la feria ganadera más antigua de la Isla que contó con la presencia de miembros de la Corporación municipal; el alcalde de La Victoria de Acentejo, Juan Antonio García Abreu; los consejeros insulares de Medio Ambiente y Agricultura, Ganadería y Pesca, Isabel García y Javier Parrilla, respectivamente, y el director insular de Agricultura, Cayetano Silva. Además del párroco de La Matanza, también acudieron como invitados los del municipio vecino de La Victoria, Ravelo (El Sauzal) y Tacoronte, otorgándole a la celebración eclesiástica un carácter comarcal.

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