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La antigua cárcel de La Laguna podría tener un calabozo en su subsuelo

La primera fase de la intervención arqueológica confirma la existencia de una cámara subterránea en el inmueble; habrá que realizar más estudios para saber si es una celda o un aljibe
La antigua cárcel de La Laguna podría tener un calabozo en su subsuelo

Los resultados obtenidos durante la primera fase de la intervención arqueológica en el inmueble de la antigua cárcel de La Laguna, situada en el patio interior de la Casa del Corregidor, demuestran la existencia de una cámara en el subsuelo del inmueble, que podría ser un calabozo o también un aljibe, lo que se tiene que aclarar en próximas fases del estudio.

La concejala de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de La Laguna, Elvira Jorge; el catedrático en arqueología Antonio Tejera, y el arqueólogo responsable de los trabajos, Sergio Pou, expusieron ayer, en rueda de prensa, las primeras conclusiones de esta intervención, que ha contado con el respaldo económico de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias.

La concejala destacó que “ningún grupo de Gobierno” anterior se había ocupado de este recinto, que “hasta hace poco se destinaba como desván o almacén”, por lo que enfatizó el “maltrato institucional” que ha recibido. Además, recordó que, desde su área, se comenzó a trabajar en 2021, a través de un convenio con el Gobierno canario, para recuperar un recinto que “seguramente es el edificio carcelario más antiguo de la Isla que se conserva en pie, y uno de los más antiguos de La Laguna”.

Por su parte, Antonio Tejera, quien realizó un informe preliminar sobre la importancia histórica y arquitectónica del espacio, valoró que, a pesar del estado de abandono del edificio, “tenía muchas posibilidades, porque no solo quedaba esa forma de bóveda de cañón, sino que todavía mantenía el suelo de losa chasnera”.

Mientras, Sergio Pou explicó los trabajos que se realizaron en esta primera fase en la antigua cárcel, que data probablemente de 1535 o 1536 y que funcionó como cárcel hasta las décadas de los 60-70 del pasado siglo, pero a partir de los 80 “se construyó un módulo en su interior que albergó la antigua centralita del Ayuntamiento” y luego fue utilizado como desván.

el comienzo de los trabajos

Los trabajos se iniciaron con la limpieza del interior del recinto, la eliminación de falsos techos, paredes y suelos, quedando el recinto original y descubriéndose “los grafitis carcelarios” que había en las antiguas paredes. Asimismo, se confirmó que la bóveda de cañón del espacio estaba “en muy buen estado” y se descubrió que el patio original de la antigua cárcel debía ser circular, pero que con el tiempo se fue rodeando de dependencias municipales.

Igualmente, un estudio fotogramétrico del suelo “nos indicó que estaba ligeramente abultado en el centro”, y una posterior prospección geofísica “nos desvelaría una señal de lo que podía haber en el subsuelo, entre otras cosas, para averiguar si había un calabozo”. “Tras varias lecturas, llegamos a la conclusión de que hay un cambio radical de material a partir de los dos metros de profundidad. Podría ser agua, aire u otro elemento geológico distinto. Pero lo curioso es que nos aparece una forma abovedada en la transición entre la zona de arriba y la de abajo, que puede ser una bóveda, una construcción, el indicador de una cámara subterránea”, manifestó Sergio Pou.

El arqueólogo añadió que “podemos asegurar que no se trata de una cueva natural, sino que probablemente se trate de una cámara pero queremos ser cautelosos, porque hay casos en otros puntos de Tenerife donde en el subsuelo puede haber un aljibe”, por lo que abogó por continuar con los estudios “de esta joya que tenemos en la ciudad”, para confirmar la existencia del calabozo, realizar un catálogo de los grafitis y un estudio de memoria histórica, entre otros, además de abrirse posibilidades en el plano patrimonial, turístico y educativo.

Elvira Jorge manifestó la voluntad del Consistorio de seguir trabajando en este sentido. Así, indicó que el convenio con el Gobierno sigue vigente y que continuarán los trabajos para que el recinto pueda acoger visitas guiadas, así como que se está valorando a nivel técnico y los procedimientos para continuar con las investigaciones. “Desde luego que nos interesa descubrir qué hay ahí debajo”, enfatizó.

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