El Lenovo Tenerife competirá el próximo domingo con el Sao Paulo, 19.00 horas, por el título de la Copa Intercontinental de Tenerife tras derrotar al US Monastir de Túnez por (112-42)
El encuentro no tuvo historia. El Canarias jugó como siempre, intenso, acertado, peleando cada balón y cada posesión, pero el rival no tenía el nivel suficiente para jugar por un titulo con tanta historia como es la Intercontinental.
Si la FIBA quiere vender su producto es necesario que lo cuide, que busque opciones, que idee maneras para que las competiciones tengan el nivel necesario para el máximo estamento cestista mundial. Por eso y por los aficionados que pagan para ver una semifinal de un torneo mundial oficial. Lo de hoy no puede y no debe ser.
Comenzó caldeado el partido, porque los seguidores del US Monastir ocuparon asientos de aficionados canaristas, provocando el enfado generalizado del Santiago Martín, Félix Hernández y trabajadores del club lo solucionaron acudiendo personalmente a la zona y llevándolos al lugar reservado para los VIP.
Aún con gritos en Los Majuelos, el Lenovo Tenerife firmó un gran inicio tras salir a por todas para no dejar margen de sorpresa a un rival que solo era capaz de anotar de la mano de Randle (12-5).
Los locales lograron firmaron un parcial de 13-1 (25-6) para comenzar a sentenciar desde el primer cuarto.
Los insulares no quitaron el pie del acelerador. Siguieron compitiendo al máximo y las carencias de los tunecinos fueron muy evidentes. Solo tres jugadores lograban anotar al descanso (Randle, Addami y Slimane) y, para colmo de males para el Monastir, el Lenovo Tenerife, además de intenso, estuvo muy acertado. Al descanso estaba todo decidido (52-16).
Tras un parcial de 5-0 (57-16) el entrenador visitante paró el duelo con un tiempo muerto.
Precisamente para respetar a su oponente, los de Txus Vidorreta se empleaban con la intensidad habitual y, además, desde el exterior, mostraban gran acierto (11 de 22, 50% en triples tras haberse jugado 25 minutos) porque su oponente, literalmente, llegaba bastante tarde a las defensas.
El marcador al final de la tercera manga ya era escandaloso (83-27).
Los últimos diez minutos fueron un trámite. Vidorreta rotó, el público del Santiago Martín aplaudió a los suyos mientras hacía la ola y los jugadores del Monastir, que no dejaron de intentarlo en todo momento, no dando nunca la sensación de entregarse, agradecieron que se llegara al minuto 40.
El domingo, con el Sao Paulo, la historia, eso parece, será distinta, con un equipo con mayor calidad, intenso físicamente y que puede poner en apuros a un Lenovo Tenerife que busca conquistar la tercera Copa Intercontinental de su historia.
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