La cultura coreana, como en su día lo hizo la japonesa, gana adeptos en todo el mundo. El K-pop, por ejemplo, causa furor alrededor del planeta, lo que estrecha lazos entre diferentes países. Esa relación, esos lazos entre el país asiático y el mundo tiene un claro ejemplo en Canarias con el monumento a Corea en Tenerife.
El nombre oficial es monumento coreano al marino porque es a ellos a quién está dedicado. Pese a ser inaugurado el 19 de junio de 1999, gracias a las aportaciones de la comunidad de aquel país, para entender su significado hay que remontarse varias décadas.
Ubicado en la Dársena Pesquera del Puerto de Santa Cruz de Tenerife, en una de las rotondas de entrada, en la Plaza del Coreano (que se inauguró más tarde), rinde homenaje a aquellos marineros que, desde finales de los años 60 del siglo pasado, faenaban o tenían como puerto principal el tinerfeño.
Corea del Sur no es el país que conocemos ahora, sobre todo en lo económico, por lo que todas aquellas personas, escapando en muchos casos de la pobreza extrema, buscaron en un trabajo duro, como el que desarrollaban, una vida mejor.
En Tenerife no solo se abastecían, cambiaban de tripulación y descansaban sino que, además, establecían lazos personales y culturales. Aquella relación fue fructífera para ambas partes: sus sectores pesqueros mejoraron de manera notable.
El monumento, que se extiende en forma de columna, posee una parte delantera con “una invocación en coreano” mientras que en la parte posterior “aparece el Taegeuk que aparece en la bandera de Corea del Sur, símbolo relacionado con el taoísmo coreano”.
Es la comunidad coreana en la Isla la que se encarga de que este monumento a Corea en Tenerife tenga siempre flores frescas honrando la memoria de aquellos que tuvieron que dejar atrás su país buscando un futuro mejor para ellos y sus familias.
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