La guerra en Ucrania, que el próximo día 24 cumplirá un año de horror y destrucción, ha provocado una honda crisis humanitaria en el Este de Europa, con familias rotas, cadáveres en fosas comunes, bombardeos diarios y dificultades para acceder a suministros básicos como el agua o la electricidad. Es por eso que el presidente del país, Volodímir Zelenski, ha aprovechado cada una de sus intervenciones en foros internacionales para pedir al mundo que les apoye, que les respalde logística y militarmente. Y entre los colectivos que se han sumado al frente de apoyo a la nación asediada se encuentran los Rotary Club del Puerto de la Cruz y de Santa Cruz de Tenerife, que la semana pasada hacían balance de sus acciones en beneficio del castigado pueblo de Kiev.
En una presentación que tuvo lugar en el Club Oliver de la capital tinerfeña, sendos clubes dieron a conocer que, en el transcurso de los últimos meses y de la mano de la asociación Canarias con Chernobyl, han entregado más de 20.000 euros en tarjetas de alimentación. Unos recursos que buscan favorecer la integración de cerca de un centenar de ucranianos arribados a la Isla en abril de 2021 gracias a un vuelo fletado por Binter expresamente desde Polonia. Personas que en su mayoría son huérfanos y madres con hijos menores de edad, lo cual pone de relieve el éxodo al que ha sometida la población como consecuencia del conflicto.
Afortunadamente, la sociedad de la isla picuda las recibió con brazos abiertos. Prueba de ello son las 50 familias que se prestaron a acoger a los recién llegados, a fin de evitar el desarraigo propio de quienes huyen de la guerra y, de la noche a la mañana, se ven envueltos en un movimiento migratorio forzado, teniendo que comenzar desde cero. Una ayuda desinteresada que ha venido a complementar el trabajo que ya venía realizando la asociación Canarias con Chernobyl, cuyos inicios están íntimamente relacionados con el Rotary santacrucero, pues su actual presidente, Francisco Esteban, sentó las bases de la organización, que ahora encabeza Marian García-Sanjuán.
No obstante, ha sido un equipo compuesto por varios miembros el que ha puesto en marcha la iniciativa. Desde su promotora, Jutta Dornhege Álvarez, hasta el director ejecutivo del proyecto, Juan Pedro Jiménez Sanz, pasando por el ya mencionado Francisco Esteban y el presidente del club rotario del Puerto de la Cruz, Manuel Florián de Tomás Martí.
Desde Rotary, movimiento que funciona a nivel global con el altruismo por bandera, manifiestan su agradecimiento hacia Binter por haber hecho posible el traslado de los beneficiarios del programa, al igual que al conjunto de actores que han contribuido a mitigar los efectos de la guerra sobre sectores vulnerables de la población ucraniana.