Fue justo hace un año cuando el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, admitió en una carta enviada al rey de Marruecos, Mohamed VI, que el plan de una autonomía para el Sáhara Occidental, presentado por el Ejecutivo de Rabat en 2007, era la iniciativa “más seria, realista y creíble” para resolver el conflicto, misiva que desveló entonces el ministerio de Exteriores marroquí a través de su página web en el que anunció este giro histórico de Madrid sobre los territorios que antaño fueron su colonia.
Para justificar semejante viraje, el propio Sánchez citó el control de la migración irregular como uno de los beneficios inherentes al mismo, y los datos le siguen dando la razón en tal sentido desde entonces, por mucho que la mortalidad sigue siendo insoportable en la llamada Ruta Canarias de las pateras.
Evidencia
Respecto al tráfico de seres humanos que se juegan la vida en barquillas por su afán de arribar a los puertos isleños, la nueva entrega de las estadísticas al respecto que facilita el Ministerio del Interior detalló ayer que, en lo que va de año, la llegada de migrantes irregulares ha caído un 60,8% en Canarias al pasar de unos 5.500 entre el 1 de enero y el 15 de marzo del año pasado a 2.178 en este ejercicio. En total, 3.702 migrantes han entrado en España de forma irregular en lo que va de 2023, lo que supone una reducción de un 55% con respecto al mismo periodo del año pasado.
Estas entradas mantienen, así, la tendencia a la baja que se llevan registrando desde el mes de agosto de 2022, incluyendo la caída que se viene registrando en cuando a llegadas a través de la vía marítima y, dentro de esta, a Canarias.
La única excepción que se registra en este sentido es la llegada de migrantes a través de la valla de Ceuta, que se mantiene al alza con respecto al año anterior. En este caso, son 179 las personas que han cruzado la frontera española de forma irregular, frente a las 108 que lo habían hecho en el mismo periodo de 2022. Por el contrario, en la vía marítima, Interior destaca una caída del 51% con respecto a las llegadas que se contabilizaron entre el 1 de enero y el 15 de marzo del año pasado. En concreto, estas entradas han pasado de las 7.201 del año pasado en este periodo a las 3.528 en lo que va de 2023.
PENÍNSULA Y BALEARES
Las entradas a través de la costa peninsular y Baleares también se reducen, aunque menos, un 17,7% (1.306 entradas en 2023 frente a las 1.587 de 2022); y también lo hacen las que se han contabilizado en las costas de Ceuta y Melilla. En la primera se pasa de las 19 entradas el año pasado, a las 12 que se llevan contabilizadas en 2023 y en la segunda, de las 43 registradas en 2022, a las 32 en lo que va de este año. A pesar del aumento que sí se ha contabilizado en las entradas por la valla de Ceuta, en relación al año anterior, las llegadas de forma irregular a través de la frontera terrestre baja en términos generales.
Y es que, en Melilla el dato contabilizado en lo que va de 2023 (27 migrantes) se reduce en un 97% en relación a las entradas en el mismo periodo de 2022 (914). Sin embargo, solo el pasado mes perdieron la vida al menos 84 personas en la Ruta Canaria de las pateras en un drama humanitario que no parece tener fin. En torno a 70 personas de origen subsahariano desaparecieron en los últimos días en aguas del Atlántico en su intento de alcanzar las costas del Archipiélago en dos pateras que habían salido de las costas del Sahara Occidental y del sur de Marruecos, informó la ONG Caminando Fronteras.
Fallecidos
A ellos se suman las seis personas que fallecieron en una lancha rescatada en aguas próximas a Tenerife a mediados del pasado febrero. Además de una persona muerta y otras siete desaparecidas que relataron los supervivientes de una neumática rescatada cerca de Lanzarote días antes.
