Julia Faustyna, la joven polaca que decía ser Madeleine McCann, un extremo que ya podemos descartar después de que su portavoz, Fia Johansson, haya confirmado en las últimas horas que la prueba de ADN descarta su origen británico o alemán, ha sugerido en varias ocasiones que no es hija de sus padres.
Los cierto es que durante todo este proceso, mediatizado hasta niveles insospechados, Julia Faustyna ha criticado que sus verdaderos progenitores hayan dificultado que encuentre ‘su verdad’. Ellos, por su parte, alegaban que su hija sufre problemas mentales, que siempre ha querido ser popular y que han puesto a su disposición la partida de nacimiento.
A pesar del aparente distanciamiento de la joven polaca con sus padres, Johansson ha confirmado en un comunicado en su cuenta de Instagram que Faustyna vivirá con su padre tras los resultados de la prueba de ADN, los cuales indicaron que la veinteañera tiene raíces de Lituania y Rusia. “Personalmente, le deseo lo mejor”, decía la médium estadounidense.
En cualquier caso, Johansson lamenta en la misma publicación que “lo asombroso es que los padres se negaran a resolverle este interrogante. Una simple prueba de ADN habría resuelto muchas de las dudas de Julia”.
Asimismo, la portavoz de Julia Faustyna afirma que la historia de su representada es “mucho más complicada que la de una simple chica de un pequeño pueblo de Polonia que hace una reivindicación para llamar la atención”, pues “creía de verdad lo que decía, y con tantas preguntas sobre su infancia es fácil entender de dónde venía”.
