Los barracones de Guaza, el último centro educativo que existe en Canarias construido íntegramente con módulos prefabricados, tiene los meses contados 21 años después de ser inaugurado como solución “provisional” para hacer frente al boom poblacional de la comarca a principios de siglo.
El Instituto de Enseñanza Secundaria Parque La Reina acogerá a partir del próximo curso a sus alumnos y profesores, que dejarán atrás una pesadilla que ha durado demasiado tiempo en una treintena de aulas con graves deficiencias técnicas. Ya no tendrán que sufrir temperaturas insoportables, suspender las clases cuando llueve por filtraciones de agua, tampoco vibrarán los suelos y paredes ni reventarán más las tuberías de los baños.
Tras una inversión de 7,9 millones de euros, el nuevo centro educativo de Arona fue presentado ayer en un acto al que asistieron el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres; la consejera de Educación, Manuela Armas, y el alcalde de Arona, José Julián Mena, entre otras autoridades, además de la directora del IES Guaza, Goreti Ramos, y representantes de la empresa constructora.
Después de un retraso de tres años y tres meses sobre el plazo previsto para finalizar la obra, que estuvo prácticamente parada casi dos años por la pandemia y, sobre todo, por la modificación del proyecto y la consiguiente revisión al alza del presupuesto solicitada por la empresa Proyecon Galicia, ayer se respiraba un ambiente de alivio entre los asistentes, aunque representantes de padres y madres de alumnos, que han protagonizado numerosas protestas ante la lentitud de los trabajos, no las tenían todas consigo: “Cuando vea esto lleno de chicos y chicas, me lo creeré”, comentaba una de sus miembros durante un recorrido por las dependencias.
A la espera de que el Gobierno de Canarias reciba la comunicación oficial de la conclusión de las obras por parte de la empresa adjudicataria para tramitar la recepción del centro, el nuevo instituto ofrecerá al alumnado amplios espacios comunes y un completo equipamiento repartido por los 9.620 metros cuadrados construidos de los 14.126 de urbanización. Lo conformarán 31 unidades (nueve más de las previstas inicialmente) y estudiarán en él hasta 800 alumnos, aunque la previsión es que lo estrenen 740 estudiantes y 72 profesores a partir de septiembre.
El edificio consta de tres plantas y un semisótano. Dispone de un total de 53 aulas, incluyendo espacios de informática, música o plástica, así como biblioteca, taller de tecnología, laboratorios, aula de idiomas y cafetería. Asimismo, cuenta con pabellón cubierto, salón de actos, terrero de lucha, huerta, zonas ajardinadas, aparcamientos y áreas de juegos.
“La terminación es modélica y me alegra por la educación en las Islas y, en especial, en el sur de Tenerife, sobre todo por la lucha del equipo docente, de las madres, padres y de los alumnos y alumnas, que ahora llenarán este centro de alegría mientras prosiguen con su formación personal”, manifestó al término de la visita Ángel Víctor Torres, que indicó que se trata del instituto de mayor superficie de las Islas.
Por su parte, la consejera Manuela Armas destacó la “justa reivindicación de la comunidad educativa de la zona después de tantos años en esos barracones” y elogió las condiciones del instituto: “Es un magnífico centro, con toda la modernidad que puede tener y para empezar a partir de septiembre. Ya era hora”.
José Julián Mena remarcó que las dependencias aportan “dignidad a la educación en la zona al hacer desaparecer los barracones”. El alcalde de Arona recordó el día de la colocación de la primera piedra, en el que participó, y dio las gracias al presidente canario por “darlo todo” para sacar adelante la infraestructura.
El acto concluyó con una petición de la vicepresidenta del Cabildo, Berta Pérez: “Hago una propuesta al presidente del Gobierno de Canarias, que estoy casi segura de que seguirá siendo Ángel Víctor, para que la apertura del próximo curso escolar sea aquí”. Torres respondió con una sonrisa.