Los 100 años del Club Deportivo Tenerife, pero también la historia del primer equipo de fútbol de Santa Cruz, el Club Inglés, nacido en 1905 y que tuvo su sede en un local de la plaza Candelaria, y que, como su nombre indica, estaba conformado por ciudadanos británicos.
Después vino el Añaza, en 1912, y de la fusión de ambos nació el Nivaria, que dio lugar al Tenerife Sporting Club. Con este recorrido por el fútbol como elemento vertebrador por los barrios de Santa Cruz arrancó anoche el periodista Juan Galarza su pregón de las Fiestas de Mayo, acto con el comienza la celebración del 529 aniversario de la fundación de la ciudad.
La plaza Isla de La Madera acogió la lectura del pregón, con la presencia del alcalde, José Manuel Bermúdez, y el presidente del Club Deportivo Tenerife, Paulino Rivero, un acto en el que el periodista se mostró agradecido y honrado de poder anunciar el inicio de las Fiestas de Mayo de la capital tinerfeña. “Asumo esta tarea con el propósito de compartir con todos ustedes algunos apuntes para recorrer rincones de la geografía local y pasajes de su historia. De sus barrios y sus pueblos. Del ayer más recóndito y del más reciente. Del leído y del revivido”, indicó.
Tal y como detalló Galarza, el fútbol fue una herramienta de cohesión en muchos barrios de la capital y un ejemplo fue el Isleño Sporting Club, con base en el populoso barrio de El Cabo y que ahora es el Real Unión de Tenerife, “siendo hoy el club más antiguo de la ciudad”. Un equipo, el de El Cabo, del que salieron tres futbolistas que vistieron la camiseta de la selección española. “Gabriel Jorge, Agustín Sánchez y Yeyo Santos”, rememoró Galarza.
“Tres jugadores de barrio y de calle -continuó- ,porque prácticamente en todos los rincones de Santa Cruz surgían equipos a comienzos del siglo XX: el Teide, el Monteverde, el Nakens, el Fortuna, el Serrano, el Ferrer, el Gimnástico, el Toscal, el Numancia, el Laurel, el Duggi, el Verdún, el Exploradores… La serie podría resultar interminable”, valoró.
El pregón incluyó la referencia al Club Deportivo Tenerife y el resurgimiento del fútbol en la capital santacrucera. “A medida que el once blanquiazul disputaba sus partidos a la vera del barranco de Santos, crecía el número de seguidores del team isleño”, dijo.
Éxitos también los del resto de equipos, que, como manifestó Galarza, “pueblos y barrios cuyos nombres alcanzaron proyección exterior gracias al fútbol. Instantes de gloria, más o menos efímera, que, sin embargo, perduran en la memoria de sus vecinos mayores, los que tuvimos la fortuna de disfrutarla”, para poner un ejemplo: “La gloria de asistir al ascenso a categoría nacional de un equipo modesto como el Toscal CF, algo que hasta entonces solo había logrado el CD Tenerife”, añadió. Galarza echó la vista atrás para recordar su propia infancia, en la que durante mucho tiempo “jugó a la pelota” en plena calle, “siempre y cuando no irrumpiera un vehículo o, peor aún, algún municipal como aquellos que enviaba García Sanabria en los años 20”.
Recordó con humor cómo “torpe de mí, en el juego y en la escapada ante la presencia de la “guindilla”, en una ocasión fui llevado a casa por un municipal, que le entregó a mi padre una multa. Su reprimenda resultó inolvidable, pero como también un añadido en modo reivindicativo: “Dígale al alcalde, por favor, que esto no pasaría si los niños de Santa Cruz tuvieran donde hacer deporte”.
Por su parte, el alcalde destacó de Galarza “ser una persona leal, comprometida con quienes tiene alrededor, una persona familiar, que transmite una confianza y cercanía que le han hecho ser no solo un hombre conocido en su ciudad, sino un profesional respetado por todos”.
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