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Natalya Romashko: “No quise leer ‘Cien años de soledad’ hasta que no aprendí español”

Romashko es directora de danews.eu, el periódico en inglés y alemán del Grupo Plató del Atlántico
Natalya Romashko: "No quise leer ‘Cien años de soledad’ hasta que no aprendí español"

Natalya Romashko nació en Kazajistán, cuando Kazajistán dependía de la Unión Soviética. Se licenció en Lingüística y Comunicación Internacional en la universidad de los Urales, en Cheliabinsk, donde un invierno vivió temperaturas de -44 grados centígrados –y yo quejándome de que hacía frío en Los Limoneros, el sábado último–. Trabajó en el sector de la diplomacia, habla kazajo, ruso, ucraniano, inglés, alemán y español, fluidos; chapurrea el francés, se defiende en japonés y hace sus pinitos en chino mandarín. O sea, que tiene un montón de carreras. No hace falta decir que los idiomas son su pasión, ni que eligió Canarias tras dejar Moscú, donde trabajaba para una empresa norteamericana, porque se enamoró de las islas. No habla de política –ni yo tampoco— y un día vino a Tenerife, primero como turista, le gustó esto y se quedó. De eso hace diez años, más o menos. También trabajó, como encargada de Comunicación, en el Loro Parque. Su marido es argentino, se conocieron en Moscú y Natalya aprendió español en el Instituto Cervantes de la capital rusa, con mucho éxito, pues habla muy bien nuestro idioma. No he dicho que es la directora del periódico digital en inglés y alemán del Grupo Plató del Atlántico, al que pertenece, como todo el mundo sabe, DIARIO DE AVISOS. Al periódico se accede en la web con la marca DANEWS.EU. Como reza el eslogan del nuevo periódico The International Newspaper of Canary Island, es una aventura apasionante dirigida a una población de 400.000 personas residentes extranjeros en Canarias que hablan uno o los dos idiomas de las ediciones de danews.eu, inglés y alemán. En este diario, que ustedes pueden encontrar también en la edición digital de este periódico, sólo se ofrecen buenas noticias de Canarias: nada de sucesos, nada de política. Yo creo que son una delicia.


-¿Tienes buena respuesta de audiencia?
“Estamos ya sujetos a todas las mediciones, y sí, te puedo adelantar que los resultados son excelentes y muy alentadores”.


-¿Cuánto tiempo llevas dirigiendo estos diarios digitales?
“Los presentamos en el último Fitur, así que no hemos cumplido los cuatro meses online, pero llevamos muchísimo tiempo preparando el lanzamiento. Te garantizo que no hemos improvisado nada”.


-¿Las dos ediciones son iguales?
“No, evidentemente; se puede repetir alguna noticia, pero cada diario tiene un contenido distinto y hasta una personalidad distinta”.


-¿Te animas a traducir algunos de mis artículos?
“Pues sí, tenía pensado incluir alguno que tenga interés para este tipo de público”.


-¿Sabes que me están traduciendo al sueco?
“No, pero estarás contento, ¿no?”.


-¿Te atreves a ir a Rusia ahora?
“Bueno, no es por atreverme o no, pero prefiero que mi familia venga para acá a visitarnos. Ir a Rusia es complicado ahora, por las comunicaciones”.


-Sabes ese montón de idiomas. ¿Cuál prefieres?
“Inglés y español, por ese orden”.


-Háblame de los contenidos de los diarios que diriges.
“Bien, hay una máxima y es que no se habla de política”.


-¡Ya era hora de que no se hable de política en un periódico!
“Pero sí de cultura, de gastronomía, de turismo. Prestamos atención a cada isla y ofrecemos una información que sea útil para el residente y para el turista.


(Cheliabinsk, la ciudad en la que se puede llegar en los inviernos a -44 grados centígrados y en cuya universidad estudió Natalya, y que tiene más de dos millones de habitantes si no me engaña Wikipedia, es famosa porque cerca de allí cayó aquel bólido o meteorito en febrero de 2013, que causó algún que otro destrozo y mucho susto, aunque no sé si víctimas porque la información ofrecida fue muy parcial. Allí ella se licenció en Lingüística y Comunicación Internacional, una carrera de cinco años. Siempre ha tenido pasión por los idiomas e intenta que un servidor aprenda alguna expresión rusa y ucraniana, que yo creo que son idiomas parecidos aunque no quiero meterme en camisas de once varas).


-¿Todavía existe aquella Siberia de los exilios y todo eso?
“Siberia existe, tiene paisajes preciosos y los que viven allí son científicos y personas relacionadas con actividades tecnológicas, mayoritariamente”.


-Eso del periodismo amable, a mí, que ya voy proa al marisco, me interesa mucho. No es el que se acostumbra a hacer.
“Yo no creo que hagamos precisamente un periodismo amable, más que amable yo diría que fomentamos relaciones y trasladamos a los lectores la actualidad, la que a ellos les interesa. Una especie de puente entre islas para personas que hablan inglés o alemán. Y, por cierto, por mucho que digas que vas a morirte pronto, no te vas a morir”.


-¿Qué te impresionó más de Canarias, cuando llegaste?
“La calidad de vida que hay aquí. Todo es mucho más fácil”.


-¿El español de Canarias o el español de España?
“Sin duda, el español de Canarias, que entiendo perfectamente. A mí, en el Instituto Cervantes de Moscú, me enseñaron el español de Madrid. El de Canarias es mucho más hermoso”.


-¿Sabes de nuestra relación con Rusia?
“Sí, sé, por ejemplo, lo que hizo en San Petersburgo Agustín de Bethencourt, el ingeniero e inventor portuense. Y lo querido que es allí y lo que se venera su memoria. San Petersburgo es distinto a Moscú, es mucho más agradable vivir en esta ciudad”.


-¿Cuándo sentiste que ya hablabas español?
“Cuando leí, en español, Cien años de soledad. Nunca quise leerla en otro idioma, porque García Márquez la escribió en castellano”.


-¿Por qué quieres aprender japonés?
“No lo sé; la verdad es que aquí en Canarias no tiene mucho futuro, pero me gusta. Ya lo hablo y lo entiendo, no perfectamente, pero voy bien”.


-¿Tienen pensado ampliar a otros idiomas los periódicos digitales?
“Creo que sí; algunas personas me han pedido que pongamos en marcha ediciones en francés y en italiano. Bueno, yo no soy la que tiene que tomar la decisión, a ver lo que opinan quienes tienen que decidirlo”.


-¿Cuántas horas te lleva traducir las noticias?
“Muchas, pero no hay reglas fijas para todos los días. Puedo tardar un día cinco horas y otro el doble, depende. Yo estoy al frente de la dirección, pero tengo la fortuna de contar con un excelente equipo de profesionales implicados en el proyecto”.


-Un idioma es como una carrera universitaria, ¿no crees?
“Yo lo que creo es que cuando aprendes a hablar un idioma también aprendes todo lo que rodea a esa lengua: las costumbres del país, cómo piensa la gente. El idioma es el vehículo, pero siempre existe un entorno muy interesante”.


-Antes hablamos de Canarias y de Rusia. Creo que los rusos, en una expresión muy bonita, se acuerdan de estas islas constantemente.
“Es curioso, cuando un ruso quiere decir, por ejemplo, “mejor imposible”, dice kak na Kanarakh. Eso, por ejemplo, cuando le preguntan cómo está, y está bien, o si lo ha pasado estupendamente en alguna parte. O sea, que para el ruso Canarias es el top. Y es algo que no se conoce por aquí”.


-La ensaladilla rusa no se llama así en tu país.
“No, es un mito. Tienes que pedirla como ensalada Olivier, porque la creó un chef francés, que luego le legó la receta a un famoso restaurante de Moscú”.


-¿Qué dices, en ruso, cuando brindas con un chupito de vodka?
“El vodka lo beben más los hombres, pero podemos chocar nuestras copas con estas palabras “Za Zdorovije!, que significa algo así como a tu salud”.


-¿Y en ucraniano?
“Es parecido, Za Zdorovija!”.


-Trabajaste en el sector de la diplomacia. ¿Qué hacías?
“Comunicación, relaciones internacionales y gestión de proyectos. Fue muy interesante”.


-¿Te está resultando fácil tu faceta periodística?
“Nada es fácil en la comunicación. Es preciso dar a conocer lo que hacemos y eso necesita mucha constancia; tú debes saberlo”.


-Se dice que los turistas gastan poco en Canarias.
“No es verdad, la media está en unos 1.500 euros por estancia, lo hemos publicado en nuestra edición en alemán. Fíjate, multiplica ese dinero por catorce millones de visitantes al año y tendrás un buen resultado”.


-¿Te animarías a incluir literatura de viajes en los periódicos que diriges?
“Me encantaría y estoy en ello. La crónica de viajes es muy leída. Y nos demandan noticias de economía. Algún material lo cojo de la edición en español de DIARIO DE AVISOS, pero tenemos fuentes propias, por supuesto”.


-¿Y otras noticias que interesan?
“Los volcanes están muy demandados. Y cuando se ofrecen noticias de ellos lo hacemos aportando tranquilidad, es decir, contando la realidad, sin caer en sensacionalismos. También nuestros lectores se interesan mucho por el estado de las playas, por la calidad y variedad en la gastronomía. Un turista no se imagina, si no se lo cuentas, la calidad gastronómica de Canarias, ni su variedad. Y un residente a veces tampoco la conoce porque cierran su círculo social. Y pretendemos que ese círculo se abra”.


(Natalya Romashko ha vivido en un ambiente multilingüe pero tiene una facilidad innata para los idiomas. Yo creo que de récord Guinnes. Dice que la gente en Canarias es acogedora y generosa y que se siente muy bien viviendo aquí. Alude de nuevo a la calidad de vida, lejos del trajín de una gran ciudad. “Los idiomas enriquecen la comunicación”, me dice. “Y recomiendo a todo el mundo que aprenda otro idioma diferente al suyo porque se sentirá mucho mejor”).


-Muchas personas sufren el complejo de hablar sólo el suyo.
“Es verdad. Es que mentalmente te mantiene en buena forma comunicarte con los demás en un idioma que no sea el tuyo natal”.


-¿Viajas mucho?
“Bueno, ahora un poco menos, pero sí. Sobre todo por trabajo”.


-¿Cuál es la frecuencia con la que se cambian las noticias en los periódicos que diriges?
“Se renuevan a diario, por supuesto. Ya sabes cómo funciona un periódico digital. Hay que estar permanentemente atentos”.


-Bueno, Natalya, pues Za Zdorovije!
“Lo mismo te digo”.


(Chocamos nuestras copas, ella con un limoncello y yo con un vodka como Dios manda que, por cierto, me supo a gloria. Les animo a que entren en las ediciones internacionales que dirige, a través de este periódico, sólo pulsando las pestañas correspondientes en la parte inferior de DiariodeAvisos.com. Vale la pena).


-Por cierto, por referirme a mí, ¿cómo se dice dinosaurio en ruso?
“Facilito, dinozavr”.


-Amén.

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