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“Tenerife debe incrementar la reutilización de las aguas negras”

El exconsejero de Agricultura Wladimiro Rodríguez Brito recuerda con “orgullo” el estreno hace 30 años del canal del Sur, pero lamenta que hoy se desperdicie “tanta agua” potable
El presidente del Cabildo, Pedro Martín (d); el consejero insular Javier Parrilla, y Ana Sánchez, gerente de Balten, en un tramo del canal del Sur.
El presidente del Cabildo, Pedro Martín (d); el consejero insular Javier Parrilla, y Ana Sánchez, gerente de Balten, en un tramo del canal del Sur. DA

La tubería de agua regenerada del Sur, la conducción de casi 70 kilómetros entre Santa Cruz y Valle San Lorenzo (Arona) que acaba de cumplir 30 años, marcó un antes y un después en el riego de los cultivos en el Sur y, según explicó a este periódico el exconsejero de Agricultura del Cabildo Wladimiro Rodríguez Brito, fue pionera en España, “porque se empezó a regar con aguas depuradas una superficie muy superior a la que entonces destinaba la Región de Murcia”.

El profesor y exconsejero recuerda que, antes del canal del Sur, existían unos pequeños “oasis” en el Barranco del Infierno (Adeje), y en el Barranco del Río (Granadilla). “Se dio un salto muy importante para llevar agua a la zona donde había más problemas, con un descenso considerable de las galerías y la gran expansión urbana y turística”, explicó.

Rodríguez Brito, que destacó el trabajo del catedrático de la ULL Sebastián Delgado y su equipo, señaló que a comienzos de los años 90 el uso de aguas negras tratadas para el campo generó un rechazo social y se llegó a encargar un estudio que aconsejó su utilización para plataneras y campos de golf, no así para las hortalizas ni las papas.

“Aquella obra histórica, de la que nos tenemos que sentir orgullosos, que da suministro a la zona baja de Arona, Arico, Granadilla y Fasnia, se pensó para regar una extensión de 1.000 hectáreas de plataneras en la zona de Las Galletas en un momento en que empezaban los problemas de agua para el turismo y la agricultura”, indicó el experto, que destacó que Tenerife fue durante años punta de lanza nacional en volumen de aguas depuradas.

Rodríguez Brito lamentó que el nivel de reutilización “esté lejos del 20%” y calificó de “muy preocupante” que Tenerife, con un millón de habitantes, “apenas reutilice” sus aguas negras. “Es un tema muy serio, no podemos seguir tirando las aguas urbanas al mar, hay que darles un nuevo uso”, sentenció. Además, criticó el retraso de la depuradora como la del Valle de Güímar y se mostró partidario de construir un segundo canal para el Sur.

Wladimiro Rodríguez Brito, exconsejero de Agricultura del Cabildo.
Wladimiro Rodríguez Brito, exconsejero de Agricultura del Cabildo. DA

Tras advertir del deterioro de las galerías de agua -“algunas han perdido más de la mitad del caudal que tenían hace unos años”-, se preguntó cómo es posible que “se desperdicie tanta agua potable” en la Isla y recordó que “hay redes urbanas que pierden el 50%”.

La tubería de agua entre la capital tinerfeña y Arona, de casi 70 kilómetros, fue el primer sistema de reutilización de aguas que entró en funcionamiento en la Isla, en 1993, y hoy continúa siendo fundamental para garantizar el abastecimiento de las fincas del Sur.

El Cabildo, a través de la empresa pública Balten, inició en febrero los trabajos de reparación de esta conducción pionera al deteriorarse en los últimos años. Las obras cuentan con un presupuesto de 1,4 millones de euros y se prevé que concluyan a principios de 2024.

Los trabajos contemplan la reparación y mejora de la tubería entre la estación de bombeo de Buenos Aires, en Santa Cruz, hasta la balsa de Valle San Lorenzo, que consta de un primer tramo de conducción de 6,63 kilómetros hasta un depósito en El Tablero, de 15.000 metros cúbicos de capacidad.

A partir de ahí se transporta el agua por la conducción de 62,22 kilómetros, que discurre de forma prácticamente paralela a la Autopista del Sur (TF-1)hasta la balsa de Valle de San Lorenzo, de 250.000 metros cúbicos de capacidad.

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