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El barranco Agua de Dios sigue revelando nuevos descubrimientos

Los últimos trabajos realizados han sacado a la luz una docena de yacimientos arqueológicos con un importante registro óseo
Barranco Agua de Dios
Vista del sector de El Pozo, donde se concentró gran parte de los últimos trabajos arqueológicos realizados. / Fran Pallero

El barranco Agua de Dios, BIC desde el año 2006 y que transcurre entre los municipios de La Laguna y Tegueste, se conoce como uno de los parajes habitacionales y funerarios aborígenes más estudiados e importantes de Tenerife, pero a día de hoy aún sigue revelando nuevos descubrimientos. Los trabajos de prospección arqueológica realizados en los últimos seis meses en la zona, promovidos desde el Ayuntamiento de Tegueste, han sacado a la luz una docena de nuevos yacimientos, casi todos de carácter funerario, con un importante registro óseo en su interior, que el Consistorio presentó esta pasada semana en el marco de unas jornadas informativas.

Así lo explica el arqueólogo Javier Soler, codirector de este proyecto y de la empresa Cultania, a la que el Ayuntamiento, desde la Concejalía de Desarrollo Local que dirige Manuel Martín, encargó a finales de 2022 dichos trabajos con el objetivo de contribuir a la valorización de los recursos arqueológicos del municipio, algo que, al mismo tiempo, redundará en el desarrollo socioeconómico de Tegueste, destaca el edil.

Unos trabajos dirigidos no solo a inventariar nuevos yacimientos existentes, sino también para evaluar el estado de conservación de los ya registrados y constatar la potencialidad arqueológica que presentan esos sectores para acometer futuros estudios.

En concreto, en estos seis meses los trabajos se han concentrado en el sector del Murgaño y, sobre todo, en el de El Pozo, o conocido también como La Bloquera, uno de los ámbitos más escarpados y de difícil acceso del barranco y que, hasta la fecha, no habían sido reconocidos debido a los enormes condicionantes que presentan. Para realizar el trabajo técnico con la mayor seguridad y eficacia posible, desde Cultania desarrollaron una metodología específica que ha combinado el empleo de drones, técnicas de escalada y la propia labor arqueológica para estudiar aquellas cuevas naturales que se encuentran inaccesibles, explica el arqueólogo, lo que ha sido un trabajo “complicado”, apunta.

Sin embargo, el empleo de esta estrategia, destaca, ha ofrecido resultados “muy prometedores, en la medida en que se han visitado cuevas con un nivel de alteración mucho menor que el constatado para el resto de yacimientos arqueológicos de la zona”.
“Lo que hemos constatado en muchas de esas cuevas ha sido una cantidad bastante alta de restos humanos: huesos largos, mandíbulas, trozos de cráneos, dientes…, toda la tipología ósea vinculada a restos humanos. Y acompañados de restos cerámicos, obsidianas, basalto, conchas, pero lo que ha destacado en las cuevas que hemos localizado es que hemos encontrado más restos humanos que en otras cuevas del entorno con mayor facilidad de acceso”, explica Soler.

“Nosotros no hemos tocado esos materiales -continúa-, sino que los hemos registrado y fotografiado y ahora terminaremos el informe para la Dirección general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, para el Cabildo y el Ayuntamiento, que ha sido el promotor de estos trabajos. La prospección consiste en un trabajo de identificación y de registro de yacimientos arqueológicos, no de recogida de material, sabemos que estas cuevas no van a ser más expoliadas de lo que ya fueron porque prácticamente no se puede acceder a ellas”, por lo que “el estado de conservación va a seguir igual”, apunta.

Ahora, la continuidad o no de las siguientes prospecciones en el barranco dependerá de las decisiones del nuevo Gobierno local que se conforme para el próximo mandato. “Nosotros solo hemos prospectado zonas muy específicas del barranco, todavía queda muchísimo más. Es decir, lo que nos ha demostrado este trabajo es que la metodología que hemos desarrollado nos vale perfectamente para continuar con las labores de prospección en el barranco”, explica Soler. De hecho, calcula que “nos queda el 25% de yacimientos por localizar aún; por estudiar, mucho más”, y destaca que el proceso de identificación “nunca termina”.

También considera que se necesita “realizar más excavaciones” en el barranco, ya que, hasta la fecha solo está la que la ULL ha hecho continuando los trabajos de Cuscoy; así como estudiar “los materiales que están almacenados en el museo”.

Cabe recordar que la intención es que este barranco se convierta en el primer parque arqueológico de la Isla, en concreto en el sector de El Murgaño y El Pozo, una declaración que compete al Gobierno de Canarias y en la que el Ayuntamiento lleva trabajando desde hace años. Sin embargo, en 2019, durante la tramitación administrativa, se detectó un error en la delimitación del BIC, entre lo que recoge la cartografía y lo que pone en el texto descriptivo de la zona, y que había que subsanar antes de poder seguir con todo el procedimiento, lo que ha retrasado bastante el proceso.

Así, a día de hoy, aún se está a la espera de que el Gobierno de Canarias publique en el BOC la nueva delimitación del BIC. “Lo mandó el Cabildo a la Dirección general de Patrimonio Cultural y ahora está en sus manos”, y hasta que eso no se publique en el BOC no se puede seguir con el resto de la tramitación, explica Javier Soler, como el posterior plan director que tiene que elaborar el Cabildo, ya que el barranco ocupa dos municipios . “El Ayuntamiento ya ha hecho todo lo que podía hacer dentro de sus competencias directas”, destaca.

Asimismo, el parque arqueológico estará ligado al Centro de Interpretación de Arqueología Los Cabezazos, al que acudirán los visitantes “y desde ahí saldrán las visitas acompañadas al parque”, señala Soler. Un centro que se ubicará en una antigua edificación de principios del siglo XIX que se encuentra en la plaza de San Marcos, y cuyas obras de rehabilitación comenzaron en octubre del pasado año, con un presupuesto de 244.815 euros, financiados por el Cabildo, y finalizarán en un par de meses, apunta el concejal de Desarrollo Local, tras lo que se licitará el proyecto museístico para su dotación y apertura al público.

La combinación del centro y el parque permitirá a toda la ciudadanía disfrutar de la visita a una zona arqueológica que, en su tramo teguestero, concentra casi un centenar de yacimientos arqueológicos, integrados fundamentalmente por cuevas de hábitat y sepulcrales.

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