Puede que estemos ante uno de los mayores académicos que haya dado la isla de La Gomera. Luis Herrera Mesa (San Sebastián, 1949) fue profesor de Biología y catedrático de Zoología en la Universidad de Navarra de lo que llegó a ser su vicerrector. En la actualidad es catedrático emérito del departamento de biología ambiental. Entre sus condecoraciones cuenta con el prestigioso premio Humboldt, personaje que idolatra. Ha publicado 16 libros y monografías y numerosos artículos científicos y de divulgación. Recientemente ha sacado a la luz Ecología, Cambio Climático y Sexta extinción, donde el autor profundiza en las causas de la extinción y migración de especies. Este martes 30 de mayo recibirá, en el Auditorio Adán Martín, la Medalla de Oro de Canarias, en un acto en donde estará arropado por su numerosa familia de hijos y nietos.
-¿Cómo ha recibido este nuevo reconocimiento y en su tierra?
“He tenido la fortuna de haber recibido destacados premios durante mi carrera y esta Medalla de Oro de Canarias, como el reciente título de Hijo Predilecto de La Gomera, es un gran estímulo y un gran orgullo para mí. Hace ahora 50 años que salí en La Gomera y, después de mi paso por La Laguna, hice los estudios de posgrado en Alemania y comencé mi larga carrera como catedrático y vicerrector de la Universidad de Navarra, pero siempre he tenido en mente el retorno a La Gomera y a Canarias. Siempre he estado vinculado a las Islas, que tengo muy presentes, como el año pasado que edite el libro Ecología, cambio climático y la sexta extinción, en donde hablo del Parque Nacional de Garajonay y los 17 espacios protegidos de La Gomera, que son una delicia”.
-Ha dicho que el cambio climático no tiene nada que ver con la mano del hombre. ¿Puede explicarlo?
“Efectivamente. Con la publicación de este libro me han llamado de varias universidades de España para pronunciar conferencias sobre el cambio climático. Lo que podemos afirmar es que en épocas pasadas, hace más de 7.000 años, había en el planeta temperaturas muy superiores a las actuales y no estaba el hombre ni los coches ni barcos ni trenes. Eso es así de contundente. Eso no es divulgación científica, es ciencia pura, y estoy dispuesto a demostrarlo allí dónde haga falta. Hemos tenido periodos climáticos más drásticos, por lo que no podemos atribuir solo a la mano del hombre, a efectos antrópicos, sino a exógenos, el calentamiento global que estamos viviendo en los últimos 100 años, que desde luego existe, concretamente desde 1950, aunque este periodo de 70 años es minúsculo cuando hablamos de los efectos de los gases invernaderos a lo largo de la historia”.
-¿No teme que se le pueda atribuir la condición de negacionista del cambio climático?
“En absoluto, yo no soy negacionista, porque el cambio climático existe sí o sí. Yo no digo lo contrario, solo apunto que el cambio climático no solo se puede atribuir al desarrollo humano. Hay que hacer estudios serios, porque en ello nos va el futuro económico y social de la humanidad, pero lo que no se puede hacer es retirar sin más, de golpe y porrazo, los coches de combustión en 2030, porque eso es una barbaridad. Todo lo que se pueda hacer con energías renovables es magnífico, y todo lo que sea consumir menos energía fósil es extraordinario, pero siempre dentro de un orden”.
-¿Cuál es su opinión sobre los parques eólicos marinos y su implantación en Canarias?
“Habría que tener muy en cuenta los estudios de impacto ambientales, porque está claro que puede afectar a la fauna marina, a las aves, a los cebadales y, sobre todo, en Canarias, donde tenemos poca plataforma marina, todo lo contrario de lo que ocurre, por ejemplo, en el norte de Alemania”.
-Estamos hablando de sequía en todo el país. En Canarias apostamos por la desalación. ¿Es esa la solución?
“Lo que propongo para Canarias, y hace tres años lo dije en una conferencia en el Cabildo de La Gomera, es la tres R: primero, reducir el consumo de agua; después, regenerar las aguas, y, luego, reutilizar las aguas. Esto último se está haciendo en Tenerife con ese tubo que lo vemos por el sur cuando vamos con la guagua hasta Los Cristianos para ir a La Gomera. La desalación es una solución, porque las galerías y los pozos dan lo que dan. Necesitamos agua para la industria, para el turismo, para la agricultura, necesitamos agua para todo. Y creo que ese aumento de población en los sures de la Isla demanda agua y si los recursos naturales no nos dan, hay que sacarla del mar, no queda otra”.