El crecimiento del PIB de Canarias se moderará en el conjunto del año 2023 respecto al ejercicio 2022, pero seguirá siendo positivo, manteniéndose las previsiones iniciales de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife hasta situarse en el 3%, según se extrae del Boletín de Situación Económica relativo al primer trimestre del año, presentado ayer por la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife y CaixaBank.
El presidente cameral Santiago Sesé y el director territorial de CaixaBank en Canarias, Manuel Afonso, coincidieron tanto en los resultados de la economía durante los tres primeros meses del año como en las previsiones de crecimiento de Canarias. Así, de acuerdo con los datos extraídos del Instituto Canario de Estadística, durante el primer trimestre del año el PIB del Archipiélago creció un 2,9% en su comparativa con el cuarto trimestre de 2022, mientras que el nacional tan solo lo hizo en un 0,5%.
Del mismo modo, en términos anuales Canarias consiguió crecer un 7,4%, mientras que en el conjunto de España el crecimiento fue del 3,8%. Un avance que se acelera respecto a trimestres precedentes y del que han participado todos los sectores productivos, liderados por los buenos registros de la actividad turística.
“Hace ya varios trimestres que desde la Cámara de Comercio apuntábamos que la economía canaria mostraría una significativa fortaleza hasta el primer trimestre de este año, y así ha sido. Una vez llegado este momento, las previsiones para los próximos trimestres también continúan siendo favorables, apuntaladas por el incremento de la conectividad y el volumen de reservas turísticas”, indicó el presidente de la entidad.
Desde CaixaBank, la previsión también es de optimismo y confianza en que la recuperación continuará este año, pese a que la incertidumbre sobre la economía global y la europea en particular sea muy alta. No obstante, estas proyecciones continúan sujetas a una elevada incertidumbre, motivada por las consecuencias que pueda tener en la economía real el cambio de rumbo que ha experimentado la política monetaria en el último año para poder contrarrestar la inflación. Los efectos que la subida de tipos de interés tendrá sobre la capacidad de consumo y de inversión, y sobre el aumento del endeudamiento y de la morosidad, son algunas incógnitas. En este sentido, comienzan a surgir algunas dudas sobre la capacidad que pueda seguir teniendo el consumo privado ante la presión inflacionista y la subida de tipos.