Desafortunadamente, las imágenes que se graban a diario por cientos de conductores reflejan la certeza de que algunos deciden tomar la justicia por su cuenta. En esta ocasión, la venganza captada en video es especialmente escalofriante debido a la desigualdad de la situación: un camión contra un Seat Ibiza.
El incidente tuvo lugar en Alemania y tuvo como protagonistas a un camionero al volante de un vehículo de gran tonelaje, que en ese momento estaba vacío, y a un conductor más vulnerable en un Seat Ibiza.
El conflicto parece tener un origen previo, ya que cuando el automóvil y el camión se detuvieron en el cruce (es irónico que el camionero respete esta norma mientras comete semejante atrocidad), el automóvil ya estaba literalmente enganchado al camión. Es posible que la disputa se haya originado porque el automóvil obstaculizó de manera indebida al camión en otro cruce, lo que desató la ira del camionero, quien, armado con tanto poder en sus manos, aparentemente “perdió” la cabeza.
El camionero no parece intentar liberar al automóvil, ya que no realiza ningún movimiento en zigzag o aceleraciones y frenadas que indiquen que está tratando de liberarlo. De hecho, se puede observar que adquiere velocidad, lo que parece provocar el pánico en el conductor del Ibiza. El conductor habrá escuchado con terror cómo crujía la chapa de su automóvil y probablemente haya temido por su vida.
Un camionero arrastra un coche por la carretera
— SocialDrive (@SocialDrive_es) June 22, 2023
🇩🇪 Alemania pic.twitter.com/Rhyc9EyYOt
Coche arrollado
El pasado año, un hombre decidió golpear con su vehículo a otro coche tras tener una discusión con el dueño de un bar en Tenerife, según se puede comprobar en un vídeo que corrió como la pólvor. Al parecer, según uno de los testigos presenciales, el propietario del vehículo golpeó el coche del propietario de un bar cercano porque “lo aparcó en segunda fila, dejándole atrapado adrede por haber ido a comer a la competencia”. Por eso, el cliente de la competencia “le mandó con el refuerzo y lo movió para poder marcharse”.
Supuestamente, el hombre que golpeó al otro coche primero fue al bar donde estaba su propietario y le pidió que lo retirara y le dejara salir. Ante la supuesta negativa del dueño, que dijo que no lo retiraba hasta que no terminara de comer, el del Toyota decidió poner el refuerzo a su coche y mover con un golpe el vehículo que le había dejado atrapado, ante la incrédula mirada del propietario.
Quien sabe si, de haber llamado a la Policía Local para que retirara el coche aparcado en segunda fila, estos hechos se podrían haber solucionado de una forma pacífica. Asimismo, también el propietario del vehículo dañado podría haberlo aparcado en un aparcamiento habilitado y no en segunda fila dejando atrapado al otro.