Hace casi una década una treintena de personas malvivían en el asentamiento de chabolas que se alza junto al Pancho Camurria, hoy solo quedan tres. Durante la mañana, operarios municipales procedían al desmantelamiento de una de las cuatro chabolas que aún estaban en pie en el solar, y lo hacían después de que su morador lo autorizase por escrito.
Esta persona ha conseguido un recurso habitacional alternativo gracias al trabajo realizado desde los Servicios Sociales, que llevan tiempo interviniendo con él. “El objetivo es desmontar por completo este asentamiento”, explicaba esta mañana la concejala de Políticas Sociales, Rosario González, quien avanzó que “de aquí a final de año vamos a intensificar la intervención que ya venimos realizando con las otras tres personas que quedan en el asentamiento”, con el objetivo de que acaben abandonando el lugar con la ayuda del Consistorio.
La última intervención del Ayuntamiento para desmontar una caseta en este asentamiento tuvo lugar en 2021, también después de un proceso de intervención social con su morador a través de la Unidad Móvil de Acercamiento (UMA).
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