El Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona ha cerrado la investigación sobre la presunta agresión sexual que habría cometido Dani Alves contra una mujer de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona la madrugada del 31 de diciembre. Por esta razón, Alves deberá comparecer para una declaración indagatoria el próximo miércoles al mediodía, antes de que el sumario judicial sea elevado a la Audiencia de Barcelona para fijar la fecha del juicio, siempre que no se solicite nueva prueba, lo cual es poco probable.
Según El Nacional, posteriormente, el tribunal instará a la Fiscalía y a la acusación particular, que representa a la víctima, a presentar sus escritos de petición de pena, que podrían conllevar una condena de entre 8 y 10 años de prisión para Alves, según algunas fuentes. El abogado del jugador, Cristóbal Martell, presentará su escrito de defensa en el que solicitará la absolución, alegando que las relaciones fueron consentidas, tal como Alves manifestó en sus dos declaraciones judiciales anteriores.
Desde que fue acusado de agresión sexual el 20 de enero, Alves se encuentra en prisión provisional y no se espera que salga antes del juicio, ya que sus solicitudes de libertad provisional han sido rechazadas en dos ocasiones por la Audiencia de Barcelona. La sentencia podría llegar cuando haya cumplido un año en prisión. En la vista, el jugador tendrá la oportunidad de exponer nuevamente su versión de los hechos ocurridos en el lavabo de la discoteca Sutton, aunque sus declaraciones anteriores han variado significativamente, lo que ha sido considerado por el juzgado como un motivo para su ingreso en prisión provisional, además de la persistencia de la víctima en sus acusaciones y las pruebas presentadas.
La investigación concluyó tras realizar una exploración psicológica de la víctima en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Cataluña (IMELEC) para evaluar posibles daños o secuelas tras la presunta agresión sexual. La mujer ha sufrido estrés postraumático, por lo que ha solicitado baja laboral, y los informes médicos han sido incluidos en el procedimiento junto con los documentos de los médicos del hospital Clínic de Barcelona que atendieron a la víctima y constataron lesiones físicas en rodillas y brazos. Además, existen pruebas de restos biológicos del jugador y huellas dactilares encontradas en el baño de la discoteca, que apuntan a que los hechos ocurrieron de manera diferente a lo declarado por Alves.
En su denuncia, la víctima relató cómo Alves la acosó y tocó en la discoteca antes de que ambos entraran al baño, donde, según ella, se produjo la agresión sexual. El jugador ha sostenido que las relaciones fueron consentidas y que hubo un “galanteo” entre ambos antes de entrar al baño. La Audiencia de Barcelona denegó la petición de libertad provisional al considerar que existía el riesgo de fuga, dado el patrimonio del jugador en Brasil, y que la persistencia de la víctima en sus acusaciones, sumada a las pruebas presentadas, justificaba su prisión provisional. Ahora, será en el juicio donde se decidirá el desenlace final de este caso.