El Niño, el fenómeno meteorológico que comienza con el calentamiento del agua en el océano Pacífico central y tiene consecuencias globales, se encuentra plenamente activo desde hace meses, motivo por el que la Aemet ha instado a España a “prepararse”.
Algunos expertos comparan la calidez del agua frente a nuestras costas con “un bidón de gasolina” abierto, que solo necesitaría “una chispa” para producir una deflagración. En este caso, la “cerilla” serían las borrascas y las gotas frías o Danas.