El pleno de La Laguna aprobó ayer, con los votos de PSOE, CC y PP y el rechazo de Unidas se puede (USP), Drago Verdes y Vox, las retribuciones del Gobierno local para este nuevo mandato que arranca. Con el PSOE gobernando en minoría, con nueve ediles y el alcalde, el gasto anual del nuevo equipo de Gobierno asciende a 649.500 euros, lo que supone 122.634,58 euros menos que el coste de 772.134,58 euros de 2020, cuando se subieron las retribuciones y se han mantenido congeladas desde entonces.
En base al expediente aprobado, el alcalde, Luis Yeray Gutiérrez, inicia el mandato con una retribución anual bruta de 88.500 euros, frente a los 77.565,46 euros de sueldo que tenía en 2020, lo que supone un aumento de 10.935 euros, es decir, un 14%. También crecen las retribuciones de los concejales, desde los 57.880,46 euros de 2020 a 62.000 euros ahora, y el del primer teniente del alcalde, Badel Albelo, lo hace hasta los 65.000 euros.
El portavoz de Drago Verdes, Alberto Rodríguez, afirmó que “nos echamos las manos a la cabeza cuando vimos el aumento prácticamente sistemático de todas las asignaciones, encabezado por una subida salarial del equipo de Gobierno y la Alcaldía”. Desde el partido consideraron “firmemente que no procede”, teniendo en cuenta las condiciones sociales y económicas de los vecinos. En esta línea, el portavoz de Unidas se puede, Rubens Ascanio, recordó que al inicio del anterior mandato, cuando formaron parte del grupo de gobierno, “La Laguna fue de los pocos municipios donde redujimos el coste salarial del Gobierno”, como parte del pacto, “y en lo peor de la crisis sanitaria aplicó la solidaridad reduciendo un 30% los salarios”. “No entendemos que ahora nos planteen 88.500 euros para el alcalde”, así como el aumento para el resto de ediles y cargos de confianza y personal directivo, criticó, por lo que apuntó que “no podemos apoyarlo”.
Desde Vox, su portavoz, Manuel Alejandro Rodríguez, también denunció que en el momento actual de “crisis inflacionionaria y con una recesión en ciernes”, “deberíamos ser nosotros los primeros en dar ejemplo y apretarnos el cinturón”, con lo que también votaron en contra.
Ni desde el PSOE ni desde CC se pronunciaron al respecto, y solo desde el PP, el concejal Juan Antonio Molina defendió que “lo que no podemos hacer es para intentar de cara a la gente tener un aspecto estético, bloquear los sueldos en la administración pública, cuando los propios funcionarios se los van a aplicar, los directores de área, por ejemplo, van a cobrar 16.000 euros más que los concejales. No vamos a atraer talento a través de sueldos que no se mueven”.
El pleno también aprobó las retribuciones del personal eventual, las dietas y asignaciones a los grupos, así como la nueva estructura organizativa. En cuanto a la constitución de los grupos, USP y Drago Verdes habían presentado una petición para constituirse en un único grupo municipal, y no formar parte del grupo mixto junto con Vox, ya que son “fuerzas antagónicas”, afirmó Alberto Rodríguez, y apoyó también Vox.
Sin embargo, un informe de la asesoría jurídica respondió que la normativa no lo permite y el alcalde, que se mostró de acuerdo con las tres fuerzas, trasladó su “intención de que cada uno tenga su espacio dentro del grupo mixto. Buscaremos la manera de engarzar dentro del grupo mixto esa representación tan dispar”.
Asimismo, se aprobó, con el voto en contra de PP, USP y Drago Verdes, el régimen de sesiones del Pleno, que se seguirá celebrando el segundo jueves de cada mes pero dividido, de 10.00 a 13.00 y de 15.00 a 18.00 horas, para facilitar “más participación” de los vecinos.