La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) denunció ayer que, pese a las continuas advertencias previas por parte de los sindicatos, finalmente se han efectuado los cambios previstos ante el cierre de módulos de mujeres, y los mismos implican, por ejemplo, que las reclusas tengan que, inevitablemente, atravesar un patio reservado para los presos.
El delegado de la APFP en la provincia tinerfeña, Nacho Fernández, afirma que esto supone una “evidente vulneración” del artículo 16 de la Ley Orgánica General Penitenciaria, cuyo contenido no deja a lugar sobre la “completa separación teniendo el sexo”, así como otras cuestiones como por ejemplo la edad y los antecedentes.
También puso el foco en las condiciones laborales en que tendrán que desempeñar su labor a partir de ahora, por cuanto “trabajarán 24 horas en un espacio de poco más de tres metros cuadrados donde la ventilación y la seguridad serán dos de los principales problemas que tendrán que afrontar”, explicó.