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El último gran símbolo de Canarias cumple 20 años

Benito Cabrera, autor de la letra del himno autonómico, recuerda el debate “polémico pero bonito” que generó la elección de la melodía oficial de las Islas; su villancico ‘Una sobre el mismo mar’ se barajó como una de las opciones
El último gran símbolo de Canarias cumple 20 años
Benito Cabrera, tras recibir el Premio Taburiente de la Fundación DIARIO DE AVISOS, en octubre de 2022. | Sergio Méndez

“Nuestro himno cuenta con una de las melodías más hermosas y poderosas que existen en la música canaria: el canto que han usado históricamente las madres para arrullar el sueño de sus hijos”, aseguró a DIARIO DE AVISOS Benito Cabrera, autor de la letra de uno de los tres grandes símbolos institucionales del Archipiélago, junto a la bandera y el escudo, que acaba de cumplir 20 años desde su aprobación por el Parlamento de Canarias. El etnógrafo, compositor y folclorista recuerda el proceso de elección como una etapa “polémica pero bonita”, aunque reconoce que ponerle letra a una canción de cuna no resultó fácil.

Pero hasta llegar a ese punto hubo que recorrer un largo trecho plagado de dificultades ante el riesgo de suscitar sentimientos encontrados y la falta de acuerdo entre expertos y políticos, lo que impidió durante años el consenso. Hasta que en 1999 los grupos parlamentarios de Coalición Canaria, Partido Socialista, Partido Popular y Mixto acordaron impulsar una comisión de estudio, presidida por la diputada del PP Carmen Nirva Macías, por la que pasaron 47 expertos, entre ellos los directores de las dos grandes orquestas de las Islas y el propio Benito Cabrera.

“Nos convocaron a una consulta, que no era vinculante, para opinar qué melodía podría ser la que representara a todos los canarios. Yo no era partidario del Pasodoble Islas Canarias, que era una de las opciones que se llegó a barajar; me gustaba más la opción del Arrorró, el fragmento de los Cantos Canarios que defendía Víctor Pablo Pérez, director de la Orquesta Sinfónica de Tenerife”, rememora el timplista isleño. En la terna de candidaturas también figuraba la obra Himno a Canarias del compositor grancanario Juan José Falcón Sanabria, con letra del poeta tinerfeño Fernando García Ramos.

Finalmente, la comisión elevó un dictamen al Pleno del Parlamento de Canarias con la propuesta del Arrorró, del compositor tinerfeño Teobaldo Power, al ser una de las obras musicales más arraigadas en el sentimiento popular. La adaptación de la partitura correspondió a Víctor Pablo Pérez y a los profesores Armando Alfonso López, Enrique Guimerá Corbella, José Manuel Mederos Rivero, Daniel Roca Arencibia y Xavier Zoghbi Manrique de Lara, todos propuestos por los patronatos de música de los cabildos de Tenerife y Gran Canaria. Asimismo, la Mesa del Parlamento encargó a Falcón Sanabria las obras de armonización.

Pero faltaba la letra. Para ello se convocó un concurso público al que se presentaron 82 propuestas. “Pobrecitos, no lo tendrán fácil”, pensó Benito Cabrera, sabedor de que crear un texto para adaptarlo a una canción de cuna suponía una complicada pirueta artística. De hecho, después de analizar en detalle todas las letras, el jurado constituido al efecto no se decantó por ninguna opción y acabó por declarar desierto el concurso. Se activó entonces un plan B: realizar el encargo a un selecto grupo de músicos y compositores de las Islas y elegir la letra que mejor se adaptara a la piel del Arrorró. “Me llamaron para que participara y de entrada les dije que no, pero Víctor Pablo Pérez, que es un buen amigo, me insistió en que lo intentara y al final le hice caso”, recuerda Benito Cabrera.

Se puso manos a la obra y, después de escuchar los himnos de las comunidades autónomas y de medio mundo, llegó a la conclusión de que la letra tenía que alejarse de los clichés demasiado “guerreros” que proliferaban e inspirarse más en un sentimiento de “concordia” que reflejara la idiosincrasia del pueblo canario. Así, optó por un texto que plasmara “la lucha noble y pacífica del isleño, mirando hacia el futuro desde el mar que acoge y conecta a las Islas con el mundo”. Su inicio lo resolvió con un homenaje al almendro del célebre poema Canarias de Nicolás Estévanez.

“La sombra del almendro en realidad es la infancia. Y, si la evocación de tu vida te retrotrae a ese pasado de niño o niña y es aquí, en las Islas, eres canario o canaria y te tienes que sentir identificado con eso, con un conjunto de valores que tienen que ver con la libertad, la nobleza y la lucha canaria”, explicó a este periódico Cabrera, que en su composición también incluyó un tributo a los emigrantes isleños que un día zarparon en busca de una vida mejor llevando las raíces y los recuerdos de su tierra.

Su propuesta, un retrato de 72 palabras con retazos del pasado, presente y futuro cargados de simbología, causó sensación y fue la elegida. “Recuerdo que me llamó el director del Conservatorio de Las Palmas para decirme que mi letra encajaba y que era el único texto en el que coincidían los acentos musicales y los acentos gramaticales. Me comentó que las otras propuestas tenían un contenido más poético, pero no se podían cantar como la mía”.

Benito Cabrera rememora cómo en pleno debate para dar con la tecla de la melodía institucional de la Comunidad Autónoma, la comisión parlamentaria le llegó a sugerir convertir su villancico Una sobre el mismo mar en el himno oficial de Canarias, dado su gran calado social. “Se dijo que era el único tema que se cantaba por igual en toda Canarias, pero les expliqué que había sido concebido como una canción de Navidad y en ningún caso como un himno, que es algo muy serio, por eso me opuse”.

El Himno de Canarias se estrenó el 29 de mayo de 2003. | DA

El 11 de abril de 2003, el Pleno del Parlamento respaldó por unanimidad el himno de Canarias, último símbolo institucional que quedaba por aprobar tras el escudo y la bandera. Tomó carácter oficial con la Ley 20/2003 de 28 de abril de 2003, firmada por el entonces jefe del Ejecutivo regional Román Rodríguez, y se estrenó el 29 de mayo de ese año, víspera del Día de Canarias y del vigésimo aniversario de la Cámara legislativa.

Preguntado sobre cuál ha sido la interpretación que más le ha emocionado a lo largo de estos 20 años, Benito Cabrera recurre a la distancia y a la carga emotiva extra que aportan los emigrantes canarios y sus descendientes, “desde Nueva Orleans hasta Argentina”. En este último país no olvidará el día que escuchó su letra envuelta en las notas del Arrorró y arrullada por las voces de un grupo de niños que ni siquiera sabían que entre el público se hallaba el autor de la letra que con tanto sentimiento cantaban. “Reparé en que, estando tan lejos de sus raíces, aquellos niños sentían la sombra del almendro, es decir, sentían que su infancia estaba vinculada a un lugar que ni siquiera conocían, pero que era la tierra de sus abuelos, porque eran descendientes de canarios, y eso me emocionó mucho”.

Hoy, Benito Cabrera subraya que es “todo un orgullo” y “un gran honor” haber contribuido a crear una de las señas de identidad del Archipiélago, nada menos que su himno oficial, al que el periodista Iñaki Gabilondo piropeó sin dudar ante su millonaria audiencia radiofónica cuando lo escuchó por primera vez el 30 de mayo de 2003. “El himno de Canarias gana por goleada al resto de comunidades autónomas”, sentenció.

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