Después de las guerras del aguacate y de la papa, la del plátano está a punto de ebullición, debido, en contra de lo ocurrido con las otras dos, a una mejora de las condiciones para su cosecha. El cambio climático se ha convertido en un aliado para la producción y un enemigo de los productores, que ven cómo los precios caen en picado y no dejan de perder dinero.
“Parafraseando a la reina de Inglaterra, estamos viviendo un annus horribilis, en una situación crítica y cultivando a pérdidas”, explica el productor y presidente de la Comunidad de Regantes de Las Galletas (Arona), Dionisio Rocha. “Este ha sido el peor verano de los últimos treinta años”, agrega.
La situación en el Sur hace prever un aumento de precios en el plátano, de la misma manera que en estos meses se han vivido sendas subidas en aguacates y papas.
Hay que tener en cuenta que Canarias envía, cada semana, 500 contenedores de esta fruta al resto de España. De esa cantidad, la Comarca acapara casi el 25% del total, con Guía de Isora y Arona como líderes indiscutibles. Dionisio Rocha recuerda que el primero de los dos municipios produce en torno al 10% y el segundo, el 7%, lo que se traduce en una cantidad de kilos que oscila entre los 25 y los 30 millones al año en unas mil hectáreas, situadas principalmente en la zona de La Estrella y alrededores, hasta la autopista del Sur.
La cuestión es que hace unos años el ciclo del plátano duraba un año completo, doce meses. El aumento de las temperaturas, sin embargo, ha reducido los tiempos en las Islas, que han pasado a situarse en 10 u 12 meses, lo que significa más producción, una mayor oferta en el mercado y, por tanto, un desplome de los precios.
Revisión de las ayudas de la UE
“Europa tendrá que revisar las ayudas porque son de hace más de veinte años y con unas ayudas de 20 años no se mantiene un sector como el platanero” que, entre otras cuestiones, “hace que el precio de la alimentación en Canarias sea el que es y no se dispare porque esos mismos contenedores que vienen a recogerlo es el que trae productos a precios asequibles”, subraya el presidente de la comunidad de regantes.
La Unión Europea ha aportado, hasta ahora, en torno a 140 millones de euros al año para mantener los precios y garantizar que producir plátano sea rentable, pero el sector considera que esa cifra se ha quedado desfasada.
“Somos capaces de producir más que antes porque los ciclos son más cortos y, por tanto, hay más plátano. Eso abarata los precios y Europa tendrá que revisar las ayudas”, insiste Dionisio Rocha, quien augura que “no solo es el peor verano en décadas, sino que la situación se va a repetir por el calentamiento global”, más allá del aumento de costes que ha supuesto la guerra de Ucrania en toda la cadena de producción, desde carburantes a fertilizantes. “Los productores debe tener un precio asegurado de salida para mantenerse”, defiende como solución.