Dos años después de que comenzara la erupción en Cumbre Vieja, que ha supuesto un antes y un después para los habitantes de la isla de La Palma, dadas sus graves consecuencias desde lo económico a lo social, es imprescindible recabar la opinión del actual presidente del Cabildo de la Isla Bonita, Sergio Rodríguez (Coalición Canaria). Nacido en Venezuela hace 54 años, este licenciado en Filología Inglesa y docente de profesión fue alcalde de El Paso durante los últimos ocho años y parlamentario regional en la pasada legislatura.
Tras las recientes elecciones del pasado mayo, cuenta con un respaldo tal por parte de los palmeros que ahora gobierna con mayoría absoluta, algo que no pasaba en dicha Corporación insular desde hace una docena de años. De sus palabras se desprende una visión realista sobre los tiempos tan delicados por los que atraviesa La Palma, sin que ello reste una evidente ambición por gestionar eficientemente esta crisis.
Rodríguez explicó que “la actual situación de la Isla no es consecuencia exclusivamente del volcán, porque los datos socioeconómicos de la Isla son negativos desde hace tiempo. Su desarrollo económico no ha sido parejo al del resto del Archipiélago, sino que es propio del problema que afecta a las llamadas Islas Verdes, entre las que, por cierto, siempre excluyo a La Gomera, porque considero que es más bien un apéndice de Tenerife. Me refiero a La Palma y El Hierro, que desde aquella moratoria turística decretada en Canarias han sufrido unas consecuencias muy distintas por un planteamiento que desde luego no funcionó, porque ambas islas quedaron en una situación de desventaja respecto al resto”.
En su loable afán por detallar con perspectiva el contexto actual, Rodríguez resalta a este respecto que “los conocidos efectos de la doble insularidad, seguramente son aún más dificultosos para El Hierro”, antes de exponer que, sea como fuere, “hay que revertir la situación con unos instrumentos que permiten caminar hacia una economía distinta.
Siempre insisto en que hay que apostar por una diversificación económica, y que el hecho de, en cierto modo, habernos quedado detrás nos da la posibilidad de no repetir los errores que se han cometido en otras islas”.
Lejos de limitarse a mencionar el enunciado del remedio en cuestión, el presidente palmero aclara que “lo importante para nosotros es poner en valor lo que diferencia a La Palma del resto. Hay un camino propio, con nuestra propia perspectiva como Isla, para andar, y tenemos los instrumentos para hacerlo”, insistió.
Sobre esa ruta particular, Sergio Rodríguez explica que “por algo se nos conoce como la Isla Bonita: el paisaje. Es un factor clave para guiar el desarrollo turístico de la Isla, y el instrumento con el que contamos es la llamada Ley de las Islas Verdes, que como todo en la vida se podrá mejorar, pero a mi juicio no se ha creído lo suficiente en ella y se pueda explotar mucho más, porque tenemos un modelo turístico diferencial y sabemos lo que queremos. El turismo rural, de villas turísticas, es una pata de esa ley, como también lo es la posibilidad de declarar determinados proyectos de interés insular. Y eso permite al Cabildo decidir lo que sí queremos y lo que no”, apostilló.
“Nosotros necesitamos, como cualquier isla, locomotoras para nuestra economía, como pueda ser el turismo, pero para ello también hay que tener en cuenta otro factor fundamental: la conectividad”, continúa el mandatario palmero. “Para que un turoperador se interese por La Palma tiene que existir una oferta atractiva. Eso se consigue generando camas, y, para ello, hay que decidir cuáles son esos tres o cuatro infraestructuras potentes que justificarán esa conectividad imprescindible para el turismo rural. La clave radica en que podemos controlar el proceso, y le pongo el ejemplo de los campos de golf. ¿Es malo para La Palma tener campos de golf? Claro que no, siempre que se haga de forma sostenible, y eso nos ha quedado claro ahora más que nunca. Se puede tener un campo de golf en Fuencaliente con la experiencia aprendida respecto a las energías renovables. Otro ejemplo de sostenibilidad muy actual son las desaladoras. Nunca habíamos tenido problemas hídricos hasta ahora, pero si queremos avanzar no podemos depender solo de los recursos de la Isla en ese sentido”, comentó. Además, añadió que, “en resumen: ¿por qué no unir la energía eólica a la desalación que nos ha ayudado tanto ahora en el sector primario para que sean sostenibles esos campos de golf? ¿Por qué no aprovechar esa energía para poner agua en altura y así también contar con ese recurso para defendernos de los incendios forestales? Son ejemplos de que es factible andar nuestro propio camino para el desarrollo de La Palma”.
Eso sí, este mensaje de que hay una hoja de ruta para salir adelante no peca por fantasiosa al tener en cuenta que “el volcán ha restado unas 5.000 camas turísticas a la Isla. La ley contempla unas 25.000 que a mí se me antojan insuficientes, pero es que hoy solo contamos con unas 11.000 y pico en la práctica”, aclaró Sergio Rodríguez. “Conectividad sin camas es imposible”, sentenció.
Oportunidades
Pero la conversación versa sobre todo acerca de cómo salir del bache, y el presidente palmero recalcó que de lo sucedido también surgen otras oportunidades. “Hablamos de diversificar la economía. La Palma está ligada desde hace tiempo a la observación de las estrellas, un sector en el que somos un referente mundial. Pero también podemos serlo en otras cuestiones. Una es lo relacionado con los volcanes, tanto desde la perspectiva científica como incluso la turística en el ámbito geológico y científico en general, lo que no es una novedad, porque funciona en otras partes del mundo. Otra es superar que esta Isla haya vivido siempre de espaldas al mar: también podemos aprovechar las bonanzas del mismo.
No solo porque hemos ganado territorio con las fajanas que se han creado y la explosión de vida que surge en la zona partiendo de cero, sino además con la economía azul que se explota en otras Islas. Para ello, ya trabajamos con Plocan en explorar desde la fajana nueva junto al puerto de Tazacorte para orientar iniciativas acertadas al respecto”, indicó.
“La palabra clave es la sostenibilidad, y eso es clave también para nuestro sector primario”, apuntó Rodríguez. “No podemos olvidar de dónde venimos para saber hacía dónde queremos ir. Hay que asumir que es un sector que ha tocado techo, y la tarea pasa por consolidar lo conseguido en Europa para evitar que no se derive hacia otras islas como Gran Canaria por la situación actual en La Palma. Hay que trabajar para recuperarnos, garantizar las rentas a quienes las han perdido y darle la oportunidad a la gente de elegir. El anterior gobierno apostó por una concentración parcelaria que me parece positiva y compartimos, pero la economía hay que recuperarla cuanto antes; por eso, aceleramos el proceso de retorno a la zonas afectadas en la medida de lo posible”, dijo.