El popular artista canario Sabotaje Al Montaje ha criticado, a través de su nueva obra, el problema de la escasez de papas en Canarias en las últimas semanas. Una pintada en la que puede leerse “No hay papas x batatas” y que ya se ha hecho viral en la red social de Facebook, con más de mil ‘Me gusta’, casi un centenar de cometarios y más de 600 compartidos.
“No hay papas porque le hemos dado la espalda a nuestros agricultores canarios, así que somos unos BATATAS”, escribía el autor de origen lanzaroteño y residente en Tenerife. Y es que la detección del escarabajo colorado en ciertos lotes de este tubérculo en Reino Unido, indispensable para la elaboración de buena parte de los platos típicos de las Islas, ha conllevado a su escasez y, por ende, su encarecimiento en los comercios del Archipiélago.
¿Qué ocurre con las papas en Canarias?
El Gobierno español ha vetado la compra de papas desde Inglaterra ante la presencia de la plaga del escarabajo en la producción de ese país, lo que afecta, de acuerdo a la orden ministerial que regula este tipo de situaciones, a toda la producción procedente del Reino Unido.
Ante este panorama, el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, Narvay Quintero, mandó un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía la semana pasada, asegurando que los importadores han buscado papas en otros países, que ya están llegando para que el mercado se reorganice en los próximos días.
No obstante, reconoció que “esta situación pone en jaque un alimento tan esencial para los canarios como es la papa y debe hacernos reflexionar a la hora de apostar por la agricultura y producción local. En un futuro podríamos abastecer el 100% del mercado anual de la papa. Ahora lo hacemos en un 70% y hay que incentivarlo”.
“Una caja de papas nos cuesta 94 euros”
El alza en los precios de las papas ha alcanzado de forma directa a la restauración. El dueño de la tasca La Comarca, en San Miguel de Geneto, en La Laguna, es uno de esos restauradores que han mostrado su preocupación en redes sociales. Recalca que los precios, al ser tan altas, provocan que la calidad que llega a la mesa del cliente no sea la mejor y para ello pone un ejemplo de lo que le ha ocurrido.
“Esto hay que contarlo, porque estoy cansado de que nos llamen llorones, aunque no voy a ganar nada por contarlo”, empieza a narrar en un vídeo subido al perfil de Instagram del negocio: “He venido al mercado x y me llevo una caja de 22 kilos de papas. Acabo de pagar 94 euros por la caja de papas y eso que el chico me bajó el precio casi 30 céntimos el kilo. El chaval estará ganándole 50 céntimos a cada kilo. Es una puta vergüenza”.
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