El presentador y locutor de la radio deportiva Pepe Domingo Castaño, Premio Taburiente de DIARIO DE AVISOS en 2022, ha fallecido a los 80 años este domingo por una infección intestinal que derivó en septicemia.
Se conoce como sepsis, una afección grave y potencialmente mortal que ocurre cuando la respuesta inmunitaria del organismo ante una infección, se descontrola y se daña los tejidos y órganos, pudiendo llevar a disfunciones multiorgánicas.
La septicemia es un problema de salud de gran magnitud a nivel global, que impacta a un gran número de individuos. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, esta enfermedad es responsable de ocasionar la muerte de 11 millones de personas cada año, lo cual representa uno de cada cinco fallecimientos en todo el mundo.
Entre los afectados por este síndrome se encuentran principalmente personas vulnerables como recién nacidos, ancianos, individuos con deficiencias en el sistema inmunológico y aquellos con limitaciones económicas, además de otros grupos.
La OMS ha estado solicitando medidas a la comunidad internacional durante mucho tiempo para abordar este problema. Estas medidas incluyen la realización de estudios más confiables para obtener datos de calidad sobre los casos de septicemia, una mayor financiación para la investigación de esta enfermedad y diagnósticos más rápidos y asequibles para identificar a las personas afectadas desde el principio, lo cual es esencial para salvar vidas.
Los síntomas
La septicemia generalmente se origina en intestinos, pulmones o vías urinarias, y es crucial identificar rápidamente esta condición y buscar atención médica si experimentamos los siguientes síntomas después de una infección:
- Ritmo cardiaco más rápido de lo normal, o un pulso muy bajo
- Dificultades en la respiración
- Sudoración excesiva
- Fiebre y escalofríos
- Aturdimiento
- Molestias o dolores
La septicemia puede progresar y dar lugar a un choque séptico, una condición muy grave que provoca una drástica reducción de la presión arterial y aumenta el riesgo de fallecimiento. Por lo general, las septicemias leves pueden curarse en su mayoría si son detectadas a tiempo, pero cuando se llega al punto de un choque séptico, la tasa de mortalidad oscila entre el 30% y el 40%. Además, incluso si se logra sobrevivir, es posible que queden secuelas y se tenga una mayor probabilidad de desarrollar otras infecciones en un futuro.
Tratamiento
El tratamiento de la septicemia se basa en el uso de antibióticos, administración de líquidos intravenosos, suministro de oxígeno, eliminación de las fuentes de infección y, en caso necesario, empleo de medicamentos para reducir la presión arterial.
Si los síntomas son compatibles con la septicemia y el choque séptico, los médicos suelen administrar antibióticos, incluso si no hay un diagnóstico confirmado de la afección. Esto se debe a que retrasar la administración de dichos antibióticos disminuye las posibilidades de sobrevivir a esta complicación.