La activista internacional y etóloga Jane Goodall ha visitado este viernes las instalaciones del Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre La Tahonilla, un espacio en el que este acto se ha conmemorada con una placa y en el que ha bautizado con el nombre de ´Goja´a una tortuga que será liberada mañana.
Ante una expectación mediática y una palpable emoción en el equipo técnico del centro, llegaba Jane Goodall, una referente científica de la etología del siglo XX, que ha llamado especialmente la atención por su “luminosidad y firme compromiso”.
El centro que ha visitado se encuentra en la carretera de La Esperanza, en el municipio tinerfeño de La Laguna, y sus instalaciones disponen de dos viveros, un espacio para la rehabilitación de especies en estado de gravedad así como almacenamiento ante la extinción y control de incendios forestales.
La mayoría de los animales que se atienden son aves, reptiles y cetáceos, y en cautividad cuervos y halcones, especies en peligro de extinción.
Goodall ha recorrido los espacios junto a personal técnico y autoridades del Cabildo de Tenerife, y se ha interesado por especies endémicas, como el pinzón azul, y otras aves afectadas por la contaminación lumínica, como la pardela cenicienta.
Asimismo, Goodall ha sentido curiosidad por los cachalotes, además de por los insectos, sobre los que ha preguntado si también se han visto afectados ante el uso de pesticidas y herbicidas.
El equipo del centro de recuperación de La Tahonilla ha obsequiado a la doctora con una placa, en la que ha quedado patente su visita durante esta jornada.
Mientras, en la sala, el equipo de especialistas la observaba con emoción porque la han seguido durante años y ahora no se creen que esté delante de sus ojos.
Al tiempo, una afable y carismática Goodall agradecía el reconocimiento así como la labor de todos los presentes, con una historia de cuando visitó Canarias por primera vez.
En 1957 y en viaje con destino a África, hizo una parada en el archipiélago porque “entonces no habían tantos aviones, y emprendió el viaje en barco”.
Durante aquellos días compartió jornada con otras tres jóvenes, que apenas tenían ahorros y solo querían disfrutar del entorno.
Las jóvenes aventureras, cuenta la activista, decidieron probar un “postre de plátano”, una bebida que para su sorpresa contenía mucho alcohol: un licor de plátano.
Sobre sus aventuras por todo el mundo, Goodall lamenta que “es triste” observar como “en todas partes” se repite un mismo patrón, de forma que desea que, pronto, la humanidad despierte ante la pérdida de su biodiversidad.
Durante la visita, la doctora ha observado el espacio de recuperación de tortugas en situación grave, también ha visto la UVI, en donde están alojados cernícalos, búhos y aguilillas, así como el quirófano del centro.
También ha disfrutado del santuario de tortugas, piscinas al aire libre y acondicionadas para la especie que está en buen estado y lista para una inminente liberación.
La doctora ha dado la enhorabuena por la labor que se realiza en el centro, del que ha destacado su compromiso por aprovechar las especies “que han muerto por nuestra culpa” para un fin científico: la investigación.
La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha agradecido la presencia de la activista y “referente de mujer científica en el siglo XX”, que ha calificado de “todo un honor y orgullo”.
Rosa Dávila ha puesto en valor “el impulso” y “la comprensión” de la madre de la activista a la hora de expresar su propia curiosidad porque, ha comentado, “con ese pequeño gesto, se abrió la posibilidad de cambiar el mundo a millones de personas en todo el mundo”.
Al término de la visita, Jane Goodall ha declarado ante a los medios de comunicación “el auténtico gusto que le supone ver el cuidado que se brinda a los animales, especialmente a las tortugas, de cara a su puesta en libertad”.
Asimismo, sobre estas últimas especies, ha anunciado que mañana, en el Porís, se podrá liberar una tortuga bajo un nombre que ella ha elegido: la fusión de las primeras dos letras de su nombre y apellido a la inversa, es decir, ´Goja´.
“Ahora habrá una tortuga que nade en el océano y rezaré porque no vuelva a herirse”, ha dicho.
Ha recordado Goodall los programas del instituto que lleva su nombre y que trabajan por el cuidado y la divulgación en materia de animales en peligro de extinción, como es el caso del proyecto Raíces y Brotes, que se realiza en más de 70 países, entre ellos España.
Hay muchos miembros de Roots & Shoots, niños y adultos, aquí en Tenerife con los que vamos a reunirnos mañana en la playa de El Porís para hacer una limpieza, para ser involucrados en la preservación de los océanos en esta hermosa isla.
Y en relación con ello, el director ejecutivo del Instituto Jane Goodall, Federico Bogdanowicz, ha especificado que mañana, en la playa de El Porís, adultos y niños de este proyecto harán una limpieza de la playa para promover la preservación de los océanos.
En esta última acción se espera la participación de la activista y el resto de su equipo, una acción que irá acompañada de la liberación de la tortuga.
Jane Goodall es una de las activistas ambientales más reconocidas del siglo XXI y fue la primera persona en descubrir que los chimpacés eran capaces de fabricar y utilizar herramientas, algo que hasta entonces se consideraba exclusivo de la especie humana.