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Un mal segundo cuarto condena al Lenovo Tenerife en Vitoria (104-100)

Los aurinegros se agarran a Jaime Fernández, pero el madrileño no es suficiente para imponerse en el Buesa Arena
Tim Abromaitis machaca el aro en el Gran Canaria-Lenovo Tenerife | acb Photo / M. Henríquez

El Lenovo Tenerife cayó en Vitoria (104-100) en un partido decidido en el segundo cuarto, en el que el Baskonia arrolló a los tinerfeños, sobre todo por la actuación de Howard. Con este resultado, la Copa de aleja para los insulares, que la próxima semana, de cualquier modo, en su visita a Manresa, se verán las caras con un rival directo por este objetivo.

Primer cuarto

El mal inicio del Lenovo Tenerife se vio atenuado con una mejor defensa. Dos triples de Doornekamp y otro de Sastre dieron la primera ventaja a los insulares (12-14) que comenzaron a firmar sus mejores minutos desde el exterior (12-19). LA diferencia pudo ser mayor al final del tercer cuarto, pero seis tiros libres concedidos a los locales apretaron las cosas (22-25).

Segundo cuarto

Marcus Howard fue una pesadilla para el Lenovo Tenerife. El estadounidense se fue a los 18 puntos, con cinco de cinco en triples (43-36). El Canarias no anotaba desde el exterior y eso era una muy mala noticia. Los vascos aprovecharon para marcharse en el marcador y entre Howard y Moneke, autor de 13 y 11 tantos solo en esta manga dejaron las cosas en 56-44.

Tercer cuarto

Cuando peor se pusieron las cosas para el Lenovo Tenerife (69-51), Jaime Fernández reactivó a sus compañeros. El alero madrileño anotó 13 tantos y puso las cosas en 78-73 a falta de un único cuarto todo estaba por decidir.

Cuarto Cuarto

Las buenas sensaciones del Lenovo Tenerife se confirmaron con un 78-80 gracias a un triple de Fitipaldo con asistencia de Jaime, que se multiplicaba para sus compañeros. Lo peor era que, tras tanto remar, el Baskonia se aprovechaba del desgaste de su rival para, con dos triples de Marinkovic, volver a distanciarse en el marcador (92-84). El Canarias sería mejor a su rival, otra vez, en este cuarto, pero la renta que arrastraba acabó por condenarlo (104-100).

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