La película Tirma (1954) fue la primera vez que el cine exploró el pasado de Canarias. Aunque la película cometió errores históricos y generó algunas leyendas, también tuvo un impacto en el único yacimiento prehispánico protegido de Gran Canaria.
Ahora el Cabildo de Gran Canaria y la empresa Tibicena Arqueología y Patrimonio han dado a conocer un descubrimiento en La Guancha, en Gáldar. Se realizaban sondeos en el yacimiento para evaluar la importancia arqueológica de los terrenos donde se ubica el mayor túmulo funerario aborigen de las islas, donde anteriormente se recuperaron 43 cuerpos.
Un esqueleto de un hombre de aproximadamente 20 a 25 años ha sido descubierto enterrado a diez centímetros de profundidad en esa área costera. Es el primer hallazgo de este tipo desde las excavaciones que tuvieron lugar en mediados del siglo XX, y su antigüedad aún se desconoce.
Sin embargo, Marco Moreno, director de Tibicena, anticipa que posiblemente se trate de una persona aborigen. Esto se debe no solo a la ubicación y estado de conservación, sino también a detalles físicos y a los restos de su envoltura funeraria. Su equipo confía en que esto sea el adelanto del obsequio que todo arqueólogo anhela: aún más tumbas.
Hay un rasgo genético “curioso”
Aunque todavía falte datar su antigüedad, desde Tibicena saben que se trata de un hombre de 20 a 25 años. Además, deducen por su dentadura que tenía una buena alimentación, casi descartan que tuviera trabajos físicos muy duros y presenta una lesión en su rodilla izquierda que pudo condicionar su vida.
Además, apuestan a que es pariente de los cuerpos aborígenes recuperados a mediados del siglo XX en el llamado Túmulo del Rey, en el mismo yacimiento, que tienen un rasgo óseo hereditario en las rótulas raro de ver y que se observa también en ese esqueleto. “Es un rasgo epigenético claro”, señala la arqueóloga Verónica Alberto, del equipo de Tibicena.
En un yacimiento tan cinematográfico como La Guancha, su compañero Marco Moreno recurre al mítico hoyuelo en la barbilla del actor estadounidense Kirk Douglas para explicarse. “También lo tienen sus hijos. Ese tipo de rasgos a veces están a la vista y a veces, no. Aquí está en el hueso de la rodilla. Pero son hereditarios, son rasgos genéticos familiares”, subraya.