La percepción de la población canaria sobre la sanidad pública ha empeorado año tras año desde el comienzo de la pandemia. Según el barómetro sanitario de 2023, publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas y el Ministerio de Sanidad, los isleños otorgan una calificación promedio de 5,99 puntos a los servicios sanitarios, la segunda peor puntuación del país, solo por encima de los andaluces.
El nivel de insatisfacción de los ciudadanos de Canarias con los servicios sanitarios está creciendo de forma progresiva. En 2019, el Servicio Canario de la Salud recibió una calificación de 6,16, la cual disminuyó a 6,03 en 2022 y ahora no alcanza los 6 puntos mínimos establecidos.
El 38% de los residentes del Archipiélago opina que el sistema de salud funciona correctamente, aunque requiere modificaciones, mientras que el 33% considera que se necesitan cambios profundos y el 21% sostiene que funciona de manera deficiente.
Solamente el 6,9% de los habitantes de Canarias cree que funciona bastante bien, lo que posiciona a esta comunidad como la que tiene el porcentaje más bajo de personas satisfechas con el sistema sanitario.
Mejor la pública que la privada
Si tuvieran que elegir, el 75% de los habitantes de Canarias optarían por acudir a un médico de familia en el sistema de salud público, mientras que el 25% elegiría la opción privada para este tipo de consultas.
La opción sanitaria favorita de los canarios para los ingresos hospitalarios también es la pública, ya que el 74,7% elige los hospitales públicos, mientras que el 21,3% preferiría las clínicas privadas.
En cuanto a la atención médica especializada, se observa una mayor igualdad en términos de preferencias. El 49% de las personas elegiría ser atendido por un especialista en el sistema de sanidad pública, mientras que el 46% optaría por una consulta privada.
Además, el Servicio de Urgencias Canario 112 obtuvo una calificación inferior al resto del país, con 6,99 puntos en comparación con la media nacional de 7,42.
Un 55% de los residentes de las Islas Canarias estaría dispuesto a tener consultas médicas mediante videollamadas, una predisposición levemente superior a la del resto del país, donde la mitad de los pacientes están a favor de la telemedicina.