La isla de Tenerife declaró ayer la emergencia hídrica y así seguramente lo harán otros cabildos de Canarias, como ya lo han hecho ayuntamientos como Fasnia y Arico, o Vallehermoso y Hermigua, en La Gomera. El otoño e invierno más seco que se recuerda en este siglo y buena parte del anterior ha dejado prácticamente seco los acuíferos y las balsas apenas llegan al 40% de su capacidad, cifras propias del verano y no de estas fechas, cuando en Tenerife, por ejemplo, los embalses suelen estar por encima del 72% de su capacidad de almacenamiento.
Ante esta situación hídrica, la Viceconsejería de Aguas del Gobierno de Canarias, que dirige el palmero Marcos Lorenzo, exalcalde de Tijarafe, ha convocado para el próximo 11 de marzo una reunión con los representantes de los cabildos, consejos insulares de agua y ayuntamientos de las Islas para tratar de consensuar medidas de ahorro tanto del agua de consumo humano como de regadío, a la vez de conocer el impulso de las desaladoras que están proyectadas.
Mari Brito, alcaldesa de Candelaria y presidenta de la Fecam, confirmó ayer a DIARIO DE AVISOS esa reunión “ante la preocupación creciente por la sequía y sus consecuencias”. Por lo pronto en su municipio no se tomarán medidas de restricción alguna, aunque advirtió de que “ya tenemos conocimiento, a través de Aqualia, que puede haber tensión en los meses de verano, si como es previsible seguimos sin lluvias”.
Ante esta falta de agua, Mari Brito apuntó que ya está aprobada la instalación de una gran desaladora para atender a los tres municipios del Valle de Güímar, tal y como se recoge en el Consejo Insular de Aguas. Precisamente fue Brito quien propuso en enero al Ciatf una mayor frecuencia de reuniones con los ayuntamientos. Ya se ha celebrado la primera, en busca de un “abastecimiento más seguro”.
Siete municipios del Norte, los que ocupan la franja de San Juan de la Rambla a Buenavista, ya han advertido de la falta de agua. Fasnia fue el primero en la Isla en restringir el consumo, algo que posiblemente hará Vilaflor la próxima semana, por lo menos advertir de un “consumo responsable”, como indicó su alcaldesa, Agustina Beltrán.
Ayer, el Ayuntamiento de Arico emitió un bando en el que prohíbe el uso de agua potable para riego; el llenado de piscinas, charcas, depósitos o tanques; la limpieza de fachadas; el lavado de vehículos (con excepción de gasolineras), y el uso de duchas en las playas del municipio.
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