Un equipo de investigadores del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) han identificado, por primera vez en Canarias, dos fallas tectónicas activas que denominaron Tazacorte y Mazo, y que fueron claves para impulsar la erupción que dio lugar al volcán palmero de 2021. El estudio, avanzado ayer por El País y publicado en la revista científica Applied Sciences, concluye que la última erupción en la dorsal de Cumbre Vieja y la construcción del edificio volcánico posterior estuvieron influidas por estas dos fallas tectónicas, que siguen activas y cuya sismicidad continúa generando grietas en algunas edificaciones.
En marzo de 2022, un vecino de El Paso alertaba a los geólogos de que su vivienda se había llenado de grietas. Lo sorprendente era que llevaba años reparando sus muros. Tapaba una grieta y, con el tiempo, volvía a salir, al menos desde 1980.
Un estudio más detallado confirmó que existían más viviendas al norte de las coladas que no habían sufrido daños por fracturas durante la erupción, pero que comenzaron a agrietarse. También, en algunos casos, habían reparado fisuras antes, gracias a unos movimientos intermitentes, sin que sus propietarios hayan podido determinar los intervalos en los que se movían estas fracturas.
En algunas casas del Corazoncillo, cerca del cementerio de Las Manchas, se han detectado grietas muy grandes que han dejado inhabitables algunas viviendas y donde “el movimiento es constante”. Se han recopilado más de 300 datos de fracturas en casas e infraestructuras asociadas con los respiraderos efusivos y la fluencia sísmica posterior a la erupción.
Para hacer seguimiento de las fallas, desde el IGME se han colocado estaciones de medición sobre láminas de hormigón afectadas por fracturas en el exterior de las viviendas, con el fin de prevenir, al máximo, los efectos de dilatación y contracción de las mismas. Los resultados ofrecen velocidades máximas de desplazamiento de las fallas de 2,80 milímetros al año y velocidades mínimas de 0,24.
Por ahora, no se ha detectado actividad sísmica reseñable, pero los investigadores del IGME advierten de que ambas fallas podrían actuar como fuentes sismogénicas y desencadenar terremotos volcánicos con potenciales altas intensidades macrosísmicas y movimientos de masa. El estudio se encuentra en fase preliminar y requerirá un seguimiento a largo plazo.
Vulcanismo canario
Raúl Pérez, geólogo del IGME, destacó ayer que estas son las dos primeras fallas tectónicas activas identificadas en Canarias. “El IGME lleva tiempo viendo, a partir de estudios de microfracturación, la presencia de marcadores cinemáticos de deformación tectónica que nos hablan de un campo de deformación atlántico, regional, que afecta a todas las islas”. Esto significa que “hay algún tipo de presión de fallas activas. Hemos detectado dos, pero no quiere decir que no haya más”.
Los estudios científicos sobre el vulcanismo y el origen de Canarias ofrecen “cierta controversia” sobre si se pueden acomodar fallas tectónicas en las Islas por el tipo de construcción geomorfológica. Este hallazgo supone que hay una componente tectónica que podría condicionar la distribución espacial de las Islas y la geometría de las mismas en profundidad, pero, para llegar a ese punto, habría que estudiar fallas activas en todas las islas, indicó Pérez.
Las fallas originaron el San Juan y pueden provocar seísmos moderados
Sobre el papel que desempeñaron ambas fallas en la erupción de 2021, el geólogo Raúl Pérez asegura que fue a través de las mismas por donde emergió la lava y por eso resultó “tan rápida”: apenas nueve días desde el momento en que se desequilibró la cámara magmática hasta que salió al exterior.
El IGME indica que las dos fallas controlaron, durante la erupción de 2021, la distribución espacial de los hipocentros sísmicos y los respiraderos eruptivos efusivos. Esas fallas fueron “el camino más sencillo” que encontró el magma para ascender hasta la superficie porque “ya existían y estaban abiertas”.
La de Tazacorte permaneció activa durante los 85 días que duró la erupción y generó respiraderos paralelos a su recorrido, mientras que la de Mazo se activó el 1 de octubre, apareciendo respiraderos distales el 25 de noviembre.
La fallas también fueron responsables de la erupción del volcán de San Juan. Existe una relación estructural entre ambas, se encontraron minerales que formaron parte de la cámara magmática en 1949 y que la erupción de 2021 expulsó a la superficie.