Aprendiendo las especiales capacidades de movimiento que caracterizan a su especie, un pequeño lémur de apenas tres semanas de edad comienza estos días a explorar su entorno en Loro Parque. Un bebé que tiene un incalculable valor para una especie a la que cada nacimiento, aporta un poco más de esperanza frente a la extinción. El nacimiento ha sido una gran noticia en el parque situado en el Puerto de la Cruz, porque confirma el bienestar de los animales y el valor del trabajo realizado alrededor de la conservación de las especies en el que está comprometida la embajada animal.
Las cifras que da la Unión Internacional para la Preservación de la Naturaleza (UICN), la voz más acreditada en este campo, colocan a estos primates originarios de Madagascar en la zona de peligro en el terrible ranking de especies amenazadas de desaparición. Se calcula que en la actualidad apenas quedan unos 2500 ejemplares en la naturaleza. Una cifra minúscula de la que se puede tener una idea más precisa si se compara con las casi 23.000 personas que caben en un estadio de fútbol como el Heliodoro.
El pequeño lémur que ya se puede visitar en su hábitat de Loro Parque, es una reproducción casi exacta de sus progenitores, en tamaño reducido. Con unas dimensiones no mayores que una lata de refresco muestra ya las características anillas blancas y negras tan representativas de su especie y los extraordinarios ojos dorados que los han convertido en uno de los animales más admirados y valorados.
Dotados de una gran agilidad, con dedos prensiles y pulgares oponibles, son omnívoros y exclusivamente diurnos. Con su aspecto amable y su hocico húmedo, son animales altamente sociables. Es común verlos agrupados en “bolas de lémures”, acurrucados protegiendo a las crías entre ellos para darles calor.
El nuevo habitante de Loro Parque se ha convertido en la estrella del grupo de lémures que habitan en la zona de La Jungla, con su diminuta cola anillada y sus divertidos ejercicios que, por primera vez, le alejan por momentos, de su protectora madre. Una fuente de diversión para sus hermanos y hermanas y de entretenimiento para sus atentos padres y para el resto de su comunidad.