Con reminiscencias de giras pasadas y el eco de melodías aún vibrando en su memoria, Marcos del Ojo Barroso, conocido artísticamente como El Canijo de Jerez, prepara su vuelta a Tenerife, donde participará en el Festival Soplo de Letras, que se celebrará entre los días 17 y 18 de mayo en la Plaza del Cristo de La Laguna. “Para mí es una alegría volver a Canarias. Que haya garrapateros allí me hace muy feliz“, asegura el cantante andaluz a DIARIO DE AVISOS.
Si hay una palabra que se repite durante la conversación es, precisamente, “garrapatero“. Una forma de vida acuñada por el propio Canijo, Migue Benítez y Diego Pozo, quienes fundaron el grupo Los Delinqüentes en 1998, dejando himnos para la posteridad como El aire de la calle, A la luz del Lorenzo o La primavera trompetera. En palabras de Benítez: “Es el vacilón callejero, el roneo de nosotros… cuando vas por la calle y eres más chulo que todo el mundo pero sin serlo”.
El fallecimiento de Migue Benítez en julio de 2004 nos arrebató una voz tan distintiva como llena de carácter. Destacaba por sus tonos graves y rasgados, con los que lograba capturar la esencia de la fusión entre música flamenca y estilo callejero, una marca que El Canijo ha mantenido hasta hoy.
“Las papas con mojo son obligatorias”
El Canijo de Jerez, que vendrá a Tenerife un día antes del show, espera disfrutar de la Isla lo máximo posible. “Cada vez que vamos es obligatorio comer papas arrugadas con mojo picón, que para nosotros es un manjar muy grande. Y encima allí, que son las de verdad y están buenísimas”, asegura. No obstante, espera no volver a perder el avión como le ocurrió una de las veces que visitó Canarias. “Estuvimos de fiesta y nos cogió el toro. Tuvimos que comprar otro billete para el día siguiente que, como garrapatero, es una alegría”, comenta entre risas.
El artista andaluz se confiesa un enamorado del Archipiélago. “Ustedes, los canarios, me encantan, son muy abiertos y muy llanos, como los andaluces o los cubanos, y eso viene en mi ADN”, afirma. Espera que les dé tiempo de “darnos un bañito en la playa y tomarnos una cervecita por allí”.
“Al Teide le canto yo una canción desde abajo”, insiste. Y es que no sería la primera vez que la musa de la inspiración se le aparece en un entorno como el Parque Nacional. “Mira, una vez fui a la India porque me vi un poco vacío de canciones. También fui a ver el Everest y escribí En el lomo del trueno. La compuse en un mirador. Lo mismo en el Teide puedo crear otra rumba. Iré a inspirarme con la guitarra”, confiesa.
“Llevo un repertorio cañero”
La tarde y noche del viernes 17 de mayo, los asistentes al Festival Soplo de Letras tendrán la oportunidad de reír con el humor del tinerfeño Abián Díaz y con el espectáculo Mentes Peligrosas, en el que Eva Hache, Silvia Abril, Ana Morgade y Carolina Iglesias harán las delicias del público. Y el sábado, día 18, la música será la protagonista del evento desde las 17.00 horas, con los conciertos de La La Love, El Canijo de Jerez, La Sra. Tomasa, Svarez y DJ Qela.
“Voy con ganas y una emoción de ver qué es lo que me encuentro allí. Es un festival muy variado”, señala el cantante jerezano. “Llevo un repertorio cañero, con grandes buques insignias, como El aire de la calle, Pirata del estrecho y La primavera trompetera, además de temas de mi carrera en solitario, como Hola, buenos días, Sentimiento de Caoba y Como la yerba, entre otros”. Dicho de otra manera: todos los necesarios para que el show sea perfecto de principio a fin.
En esta ocasión no será posible escuchar al completo su último disco, Ceniza y Barro, si bien sonarán temas destacados, como Nuestra primavera o Veneno en el aire, con los que El Canijo muestra una enorme evolución en lo que se refiere a la profundidad de sus letras. “Uno va creciendo y hace lo que siente. Antes escribía sobre personajes que me inventaba y ahora trato más el amor, que es una cosa que siento mucho en todas sus vertientes, desde el amor a los animales y a las plantas hasta el que se da entre los seres humanos”, explica.
“Somos artesanos de canciones”
En una industria tan fugaz como la musical cuesta mantenerse. Prácticamente cada día hay un hit nuevo. Un estribillo simplón y pegadizo que no nos podemos quitar de la cabeza. Y también nacen artistas que en muy poco tiempo se convierten en fenómenos de masas. No obstante, los garrapateros no pasan de moda. Y en ese grupo entran iconos de la música española como Muchachito, Kiko Veneno o Estopa, entre otros tantos.
“Hemos sido referente para mucha gente y hemos creado nuestro sello”, dice al respecto. En este sentido, recuerda el inicio de Los Delinqüentes: “Nos tuvimos que ir a Madrid y estuvimos allí, tocando en El Retiro. Un ricachón vino y nos echó 5.000 pesetas y con eso nos fuimos a comer. Eso te curte”, asevera. “Ahora frecuentamos los mismos bares y estamos en el mismo escalón con los colegas”, añade. Y es que “se trata de ser verdaderos, sin trampa ni cartón”, apostilla.
El inicio de su carrera en solitario tampoco fue sencillo. “Dejé Los Delinqüentes en 2012 porque ya estaba saturado, llevaba muchos años y me apetecía hacer mi carrera en solitario, aunque me costó mucho”, reconoce. Según cuenta, se tuvo que poner a “picar piedra como un loco. Venía de llenar salas y pabellones y tuve que empezar de cero, pero con ilusión y energía. Al final, eso es lo bonito… somos artesanos de canciones”.
Y uno de los temas que a buen seguro el público tinerfeño coreará durante la actuación de El Canijo de Jerez es La primavera trompetera, una canción que compuso en 10 minutos. “La hice por la noche con la guitarra y la canté flojito para no despertar a mis padres. Eran las tres o cuatro de la mañana. Siempre compongo a esas horas, no sé por qué”, rememora con cariño.
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